La carrera de Maratón en atletismo y la prueba Ironman en triatlón constituyen grandes retos para miles de deportistas cada año. Ambos exigen duros entrenamientos y el grado de exigencia y regularidad es elevado. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Esteve-Lanao y col, 2017; Front Physiol 8.298, 29-mayo) cuyo objetivo fue comparar las cargas de entrenamiento absolutas y relativas para Maratón (42k) y Iromnan (IM) en atletas aficionados. El nivel de rendimiento de los participantes fue similar en relación a los ganadores de las competiciones. No hubo diferencias entre ellos ni en edad, ni en peso, talla, BMI, VO2max corriendo o experiencia de entrenamiento de resistencia aeróbica. Se monitorizó el entrenamiento diariamente comparando las últimas 16 semanas antes de la competición. Todos los deportistas realizaron test de esfuerzo y de lactato para delimitar individualmente sus zonas de entrenamiento. La cuantificar la carga de entrenamiento se empleó la escala objetiva de carga de entrenamiento (ECO). Los resultados mostraron unos tiempos medios de la competición de 11 h 45 min para IM y de 3 h 6 min para 42k. La media de tiempo de entrenamiento semanal fue más alta en IM (12,9 h) vs 42 k (5,2 h). La media de ECOs semanal fue significativamente mayor en IM (834 vs 526). Sin embargo, la relación entre la carga de entrenamiento y el tiempo de entrenamiento fue superior en corredores de maratón. Finalmente, todas las relaciones entre tiempo de entrenamiento o carga frente a tiempo de competición fueron superiores en 42k. Los autores concluyen que a pesar de un mayor tiempo de entrenamiento y de una mayor carga de entrenamiento semanal, cuando se comparan las relaciones entre la carga de entrenamiento y el tiempo de entrenamiento, y el tiempo de entrenamiento o la carga del mismo vs tiempo de competición, la preparación de la maratón parece más dura.
Es complicado contestar a la pregunta formulada en este artículo. Sin duda la exigencia en horas de entrenamiento es muy superior en Ironman, pero es cierto que el entrenamiento es más variado, siendo este un factor que, aunque no se sitúa en la esfera fisiológica de manera directa, si tiene una influencia en la sensación de “dureza” del entrenamiento. Además, las lesiones son más frecuentes en corredores.
