Entrenamiento concurrente: ejercicio aeróbico antes que la fuerza

entren-concurrente(post destacado 2016) El entrenamiento concurrente intra-sesión es muy utilizado por miles de usuarios de gimnasios en todo el mundo. Algunos de ellos, los menos, están interesados en conocer la secuencia u orden más favorable en la consecución de sus objetivos. Los entrenadores saben que no hay una respuesta única a ese interrogante puesto que son muchas las situaciones cruzadas que pueden darse, pero en cualquier caso las aportaciones de nuevas investigaciones siempre ayudar a entender mejor el proceso y ofrecer respuestas más acertadas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Ratamess y col, 2016; J Strength Cond Res 30: 2667-2681) cuyo objetivo fue examinar el rendimiento en un ejercicio de fuerza (RE) realizado después de 4 diferentes protocolos de resistencia aeróbica (AE). Once sujetos entrenados en fuerza realizaron un protocolo control y 4 protocolos RE 10 min después de diferentes protocolos de AE en secuencias aleatorizadas. El protocolo RE consistió en 5 ejercicio, 3 series de 6-10 repeticiones al 70-80% 1RM con 3 min de recuperación entre series. El protocolo AE consistió en carrera en tapiz rodante a velocidades correspondientes a: 60% VO2de reserva (P1), 45 min; 75% VO2de reserva 20 min (P2); 90-100% VO2de reserva 3 min intervalos (5 con 1:1)(P3); 75% VO2de reserva, pendiente positiva 6-9% 20 min (P4). Los resultados mostraron que los protocolos P1 a P4 se asociaron con un descenso del 9,1-18,6% del número total de repeticiones comparado con el protocolo control, con el ejercicio de squat como más afectado. Todos los protocolos (P1-P4) afectaron a la potencia media y velocidad de ejecución de los ejercicios de fuerza. La frecuencia cardiaca y la percepción del esfuerzo durante el ejercicio de fuerza fue mayor después de los protocolos de ejercicio aeróbico (P1-P4). Los resultados indican que el rendimiento en ejercicios de fuerza se compromete después de la realización de ejercicio aeróbico con diferentes intensidad y duración, observando las mayores reducciones después del entrenamiento interválico aeróbico de alta intensidad.

Los resultados de esta investigación alimentan la tendencia en los centros de fitness de realizar primero la fuerza y después la resistencia aeróbica cuando se desarrollan protocolos concurrentes. Aunque la transcendencia fisiológica real sea mínima en este perfil de sujetos, siempre es bueno para el entrenador tener referencias en las que apoyarse cuando se decide que la fuerza se entrene antes que la resistencia aeróbica o viceversa. En cualquier caso, los resultados de esta investigación no cierran ni mucho menos el debate fisiológico, solo es un dato más.

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