El ejercicio aeróbico de alta intensidad aumenta la liberación de factor neurotrófico derivado del cerebro

(post destacado 2019) El ejercicio aeróbico (AEx) tiene efectos antidepresivos, aunque los mecanismos neurobiológicos que explican esas acciones aún no están bien definidos. Una disminución del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y una elevación del cortisol han sido implicados en la fisiopatología de la depresión y parece normalizarse con el tratamiento antidepresivo. Así, el BDNF y el cortisol puede ser dianas biológicas para desarrollar programas de ejercicio aeróbico que contribuyan al tratamiento antidepresivo. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Ross y col, 2019; Med Sci Sports Exerc 1-mar; doi: 10.1249/MSS.0000000000001969) cuyo objetivo fue examinar los efectos de ejercicio aeróbico de diferentes intensidades sobre la concentración sérica de BDNF y cortisol en sujetos con y sin depresión. Participaron 13 pacientes (10 mujeres) con depresión y trece sujetos sanos (10 mujeres). Los ejercicios desarrollados en visitas sucesivas al laboratorio fueron: 15 min de baja intensidad en cicloergómetro (LO) al 35% de la frecuencia cardiaca de reserva (HRR), alta intensidad (HI) al 70% HRR, o sentados sin ejercicio (CON). Durante cada visita se obtuvieron muestras de sangre antes y después del ejercicio (inmediatamente y cada 15 min hasta 1 hora). Los resultados mostraron que el BDNF aumentó inmediatamente postejercicio vinculado a la intensidad del ejercicio desarrollado, mientras que el cortisol se elevó a los 15 min postejercicio. Los cambios en BDNF y cortisol mostraron relaciones significativas con los cambios en la frecuencia cardiaca. No se observaron diferencias de comportamiento en BDNF y cortisol entre grupos. Los autores concluyeron que el ejercicio aeróbico de alta intensidad aumenta de manera aguda el factor neurotrófico derivado del cerebro y el cortisol en sujetos sin y con depresión moderada. Este trabajo sugiere que el ejercicio aeróbico de alta intensidad tiene un potencial efecto sobre la función del sistema nervioso central y la magnitud del impacto parece relacionada con la intensidad del ejercicio.

Con mucha frecuencia nos referimos al ejercicio de manera genérica, y está bien, pero cuando hablamos de respuestas y adaptaciones al ejercicio debemos precisar las características del mismo, sus “apellidos”: modalidad, intensidad, frecuencia y duración. Los efectos genéricos del ejercicio son compartidos por casi todas las formas de expresión del mismo, pero cuando estudiemos las aplicaciones prácticas de administrar ejercicio y sus efectos sobre el rendimiento o la patología debemos ser precisos en esa descripción. De esos “apellidos” sin duda la intensidad es el factor más importante y en el debemos especialmente estar atentos. La intensidad condiciona las respuestas fisiológicas de manera decisiva y por tanto las adaptaciones que podamos potencialmente alcanzar.

Suscríbete ahora al Club EP&T, y llévate todas las formaciones por sólo 8€/mes, además de poder acceder a artículos especiales del blog