Efectos del HIIT con protocolo Tabata sobre la irisina sérica, rendimiento y composición corporal

La irisina es una mioquina y adipoquina implicada en la transformación del adipocito que contribuye a transformar el tejido adiposo blanco en tejido adiposo pardo con mayor poder termogénico, lo que va a beneficiar en un aumento del gasto energético. La producción de irisina aumenta con el ejercicio. El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) es una modalidad de entrenamiento muy utilizada para reducir la grasa corporal. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Murawska-Cialowicz y col, 2020; Int J Environ Res Public Health 20-may; doi: 10.3390/ijerph17103589) cuyo objetivo fue evaluar los cambios en la concentración sérica de irisina, composición corporal y rendimiento aeróbico y anaeróbico en hombres después de HIIT. Durante un periodo de 8 semanas se aplicó HIIT con protocolo Tabata en un grupo de entrenamiento (HT), mientras que un grupo sedentario (SED) no participaba en actividades físicas en el mismo periodo. Antes y después del periodo de entrenamiento se evaluaron los cambios en la composición corporal y concentración de irisina sérica, y se evaluó el rendimiento mediante test de esfuerzo (GXT) y test de Wingate (WAnT). Los resultados mostraron un incremento de los niveles de irisina (29,7%; p < 0.05), VO2max (PRE: 44.86 ± 5.74 mL·kg-1·min-1; POST: 50.16 ± 5.80 mL kg-1·min-1p < 0.05),reducción de %grasa corporal (PRE: 14.44 ± 3.33%; POST: 13.61 ± 3.16%; p < 0.05), y mejora en los resultados del test de Wingate, en el grupo HT. No se observaron cambios en el grupo SED. Los autores concluyeron que el HIIT se asoció a efectos beneficiosos en el aumento de la concentración de irisina sanguínea, rendimiento físico y reducción de grasa corporal, sugiriendo que el HIIT puede acelerar el metabolismo basal, pudiendo utilizarlo como prevención o tratamiento de la obesidad.

El ejercicio contribuye a modificar la composición corporal. Esta es una afirmación que no admite mucha discusión cuando el protocolo de aplicación de ejercicio es el adecuado. A partir de ahí, afirmar que la realización de ejercicio disminuye la grasa corporal, es muy arriesgado, ya que la inmensa mayoría de estudios han mostrado una clara limitación del ejercicio, en ese sentido, si no se acompaña de una dieta apropiada. Hemos de comunicar a la población que el ejercicio aislado difícilmente compensa los efectos de una dieta desequilibrada. A la mayoría de las personas les resulta más fácil (en principio) realizar ejercicio que alimentarse bien, y finalmente no logran establecer una continuidad en ninguno de los dos aspectos. El apoyo psicológico es el factor habitualmente olvidado, aunque sea el más importante para la mayoría de las personas. ¿en cuantas ocasiones un entrenador o un nutricionista deriva al cliente/paciente a un psicólogo?

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