Efectos del entrenamiento físico sobre la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar (HP) es un estado hemodinámico crónico caracterizado por aumento de la presión arterial pulmonar media (mPAP ≥25 mm Hg), y de la resistencia vascular pulmonar, lo que resulta en fallo ventricular derecho y muerte. La intolerancia al ejercicio es una de las características en estos pacientes. El ejercicio habitual puede contribuir a la mejora de algunos aspectos relacionados con la salud. Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Albanaqi y col, 2020; Biol Res Nurs 29-dic: doi: 10.1177/1099800420982376) cuyo objetivo fue estimar la efectividad del entrenamiento físico en pacientes con hipertensión arterial. El análisis incluyó 9 ensayos clínicos con un total de 302 participantes, 152 con ejercicio y 140 controles. Los resultados mostraron mejoras asociadas a los programas de entrenamiento en VO2pico, umbral anaeróbico, y distancia en el test de caminata de 6 min. También se observaron diferencias en los componentes físico y mental de calidad de vida. Los autores concluyeron que el entrenamiento físico tiene efectos beneficiosos sobre la capacidad funcional y calidad de vida en pacientes con hipertensión pulmonar.

Como en tantas otras patologías crónicas, el ejercicio muestra sus efectos positivos, en este caso sobre la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes. Hablamos de ejercicio en general, pero se requiere más investigación para tratar de determinar la dosis y tipo óptimos de ejercicio asociados a los mayores efectos, y a largo plazo si ello puede afectar a la supervivencia de los pacientes. El entrenamiento de pacientes con hipertensión pulmonar requiere alta especialización por parte del profesional responsable, primando incluso la seguridad respecto a la eficacia.

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