Efectos del entrenamiento de fuerza a alta velocidad frente al entrenamiento tradicional en adultos de edad avanzada

Las pérdidas de fuerza, agilidad, equilibrio y funcionalidad provocadas por el envejecimiento son perjudiciales para la población de edad avanzada. El entrenamiento de fuerza (RT) puede ser una herramienta eficaz para mitigar tal deterioro neuromuscular y se pueden utilizar diferentes métodos de RT. Por lo tanto, es importante investigar las diferentes respuestas a los diferentes métodos de entrenamiento.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Vieira y col, 2021; Sports Health 29-may; doi: 10.1177/19417381211015211) cuya hipótesis de trabajo inicial fue ocho semanas de entrenamiento de resistencia tradicional (TRT) promuevan resultados similares al entrenamiento de alta velocidad (HST) en el rendimiento físico funcional (PFP) y la calidad de vida en personas de edad avanzada.

Participaron 24 personas con una edad media de 67,8 ± 6,3 años, que completaron 8 semanas de RT. Fueron asignados a HST (n = 12) y TRT (n = 12). TRT involucró entrenamiento con 10 a 12 repeticiones a velocidad controlada hasta el fallo muscular, mientras que HST involucró realizar de 6 a 8 repeticiones al 40% al 60% de 1 repetición máxima (1RM) a máxima velocidad. Antes y después del entrenamiento, se evaluó a los participantes para (1) fuerza máxima en la prensa de piernas de 45° y la press de banca; (2) PFP en el test de levantarse de la silla de 30 segundos, timed-up-and-go (TUG) y lanzamiento de balón medicinal; y (3) calidad de vida.

Los resultados mostraron que ambos grupos mejoraron la fuerza muscular en la prensa de piernas de 45°, con mayores incrementos para TRT (HST: + 21% vs TRT: + 49%, P = 0.019). No hubo cambios en la fuerza de press de banca para HST (-0,6%) (P = 0,61), pero hubo un aumento significativo para el grupo TRT (+ 21%, P = 0,001). Hubo una mejora similar (P <0.05) para ambos grupos en TUG (HST: 7%; TRT: 10%), test de levantarse de la silla (HST: 18%; TRT: 21%) y rendimiento de lanzamiento de balón medicinal (HST: 9 %; TRT: 9%), sin diferencia entre grupos (P = 0,08-0,94). El aspecto emocional aumentó significativamente en un 20% (P = 0.04) en HST y un 50% (P = 0.04) en TRT.

Los autores concluyeron que tanto la TRT como la HST pueden promover mejoras en el rendimiento funcional en los ancianos con mayores ganancias de fuerza para la TRT. Por lo tanto, los profesionales del ejercicio podrían elegir en función de las características y preferencias individuales.

El entrenamiento de fuerza es clave para poder mantener la funcionalidad en personas de edad avanzada, además de otorgarles numerosas ventajas desde un punto de vista general para su salud. Existe la tendencia a aplicar en todas las poblaciones las modificaciones o nuevas propuestas que surgen de la investigación en poblaciones concretas, generalmente jóvenes activos; pero en el caso de la población de edad avanzada, igual que ocurre con los niños, esa transferencia no siempre es ventajosa. Debemos conocer las características fisiológicas de la población a la que queremos aplicar entrenamiento de fuerza para poder diseñar programas acordes a esos perfiles  

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