La sarcopenia es una enfermedad muscular caracterizada por la pérdida de fuerza, masa y función muscular asociada con el envejecimiento. Aunque generalmente se reconocen los efectos protectores del ejercicio sobre la masa muscular y su función, los hallazgos de la investigación en adultos sarcopénicos son inconsistentes.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Zhang y col, 2021; Front Med (Lausanne) 19-may; doi: 10.3389/fmed.2021.649748) cuyo objetivo fue realizar una revisión sistemática para determinar los efectos del ejercicio sobre la fuerza muscular, la composición corporal y el rendimiento físico en adultos mayores con sarcopenia, y examinar los posibles moderadores, incluidas las características sociodemográficas y los factores relacionados con el ejercicio.
Métodos: En este estudio de revisión se incluyeron diecisiete estudios (985 participantes con sarcopenia, de 67,6 a 86 años de edad).
Los resultados del metaanálisis mostraron mejoras significativas en la fuerza muscular, rendimiento físico, velocidad de la marcha, y en la composición corporal [índice de masa del músculo esquelético). Sin embargo, no hubo diferencias significativas en otro componente de la composición corporal (DME = 0,20-0,36).
Los autores concluyeron que el ejercicio es una terapia beneficiosa, que tiene efectos protectores para los adultos mayores con sarcopenia. Algunos efectos beneficiosos pueden estar moderados por el sexo y la intensidad del ejercicio.
Que el ejercicio de fuerza es la primera opción de entrenamiento en personas de edad avanzada no es discutible en base a la evidencia científica actual. Es más, desde los 50 años debería ser la modalidad de entrenamiento prioritaria. Ello no significa que no haya lugar para otras actividades deportivas, solo que el entrenamiento de fuerza debe estar presente para tratar de frenar el deterioro de la función muscular propio de la edad, y mejor comenzar el entrenamiento a edades más tempranas que esperar a que la sarcopenia esté instaurada.
