Efectos de realizar ejercicio de alta intensidad antes de acostarse sobre el sueño

Por lo general, se recomienda el ejercicio de intensidad moderada para mejorar el sueño, mientras que, a menudo, se desaconseja el ejercicio de alta intensidad (HIE) antes de acostarse.

Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Frimpong y col, 2021; Sleep Med Rev 3-ago; doi: 10.1016/j.smrv.2021.101535) cuyo objetivo fue investigar si el ejercicio de alta intensidad realizado antes de acostarse interrumpe el sueño nocturno de adultos sanos que duermen bien en comparación con un control sin ejercicio.

Se incluyeron 15 estudios en el metanálisis con un total de 194 participantes.

Los resultados mostraron que el ejercicio de alta intensidad que se realizó entre 0,5-4 h antes de acostarse disminuyó el sueño con movimientos oculares rápidos (REM) (-2,34%; p = 0,002) en comparación con un control sin ejercicio. No se produjeron otros cambios significativos en el sueño.

Los autores concluyeron que el ejercicio de alta intensidad realizado 2-4 h antes de acostarse no interrumpe el sueño nocturno de los adultos sanos, jóvenes y de mediana edad.

El ejercicio de alta intensidad conlleva una activación del sistema nervioso simpático que ayuda a la realización de esa actividad. Durante el sueño se produce una disminución de la activación del sistema nervioso simpático y un aumento de activación del parasimpático, es decir, efectos opuestos a los descritos en el ejercicio de alta intensidad. Por regla general, el ejercicio de intensidad ligera y/o moderada de moderada duración, favorece el sueño, mientras que la larga duración o la alta intensidad dificultan, al menos en la parte inicial del sueño, una buena calidad de sueño

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