La obesidad ha alcanzado niveles pandémicos en las últimas cinco décadas y está asociada con diversas enfermedades metabólicas como hipertensión, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, osteoartritis y algunos tipos de cáncer. Uno de los mecanismos clave subyacentes a estas enfermedades es la inflamación crónica de bajo grado, caracterizada por niveles elevados de biomarcadores inflamatorios sistémicos, como la proteína C reactiva (CRP), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), la interleucina-6 (IL-6) y la leptina. Estas sustancias, producidas en gran parte por el tejido adiposo, contribuyen a la disfunción metabólica y al desarrollo de enfermedades asociadas con la obesidad.
Por otro lado, existen marcadores antiinflamatorios como la adiponectina y la interleucina-10 (IL-10), que regulan la respuesta inflamatoria y mejoran la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, en personas con sobrepeso y obesidad (IOO), los niveles de estas sustancias están disminuidos, lo que genera un desequilibrio entre factores proinflamatorios y antiinflamatorios. Debido a la creciente evidencia sobre la relación entre la inflamación crónica y la obesidad, es crucial identificar estrategias eficaces para reducir esta inflamación y prevenir enfermedades metabólicas.
El ejercicio físico se ha propuesto como una de las intervenciones más efectivas para reducir la inflamación crónica en personas con obesidad. Sin embargo, los estudios han mostrado resultados contradictorios, y no está claro qué tipo de ejercicio es más efectivo para reducir la inflamación. Algunos estudios han demostrado que el ejercicio aeróbico (AE) es más eficaz para reducir CRP e IL-6, mientras que otros sugieren que el entrenamiento de alta intensidad (HIIT) podría tener un impacto superior en la reducción de TNF-α y en la mejora de IL-10. También se ha reportado que el entrenamiento de fuerza (RT) tiene efectos limitados en la reducción de la inflamación.
Debido a la falta de consenso en la literatura, este estudio realizó una revisión sistemática y un metaanálisis en red (NMA) para evaluar los efectos de diferentes tipos de ejercicio en los biomarcadores inflamatorios en IOO. Se incluyeron estudios desde enero del 2000 hasta agosto del 2023, con el objetivo de identificar qué modalidades de ejercicio son más efectivas para reducir la inflamación crónica en esta población.
El análisis confirmó que diferentes tipos de ejercicio tienen efectos distintos en los biomarcadores inflamatorios. En general, se observó que el ejercicio aeróbico y el entrenamiento combinado (aeróbico + fuerza) fueron los más efectivos para reducir la leptina, mientras que el ejercicio aeróbico mostró la mayor eficacia en la reducción de CRP y en el aumento de adiponectina. El HIIT fue el tipo de ejercicio más eficaz para reducir IL-6, TNF-α e IL-10. En contraste, el entrenamiento de fuerza mostró efectos limitados sobre los marcadores inflamatorios.
Efectos del ejercicio en biomarcadores inflamatorios:
- Leptina: Se encontró que el ejercicio aeróbico y el entrenamiento combinado fueron los más eficaces para reducir los niveles de leptina, lo que sugiere que estas modalidades pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación asociada con la obesidad.
- Adiponectina: El ejercicio aeróbico tuvo el mayor impacto en el aumento de adiponectina, una hormona antiinflamatoria que mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación sistémica.
- CRP: Todas las modalidades de ejercicio (AE, RT, HIIT y COM) redujeron significativamente los niveles de CRP en comparación con el grupo control, siendo el ejercicio aeróbico la intervención más efectiva.
- IL-6 y TNF-α: HIIT demostró ser la mejor modalidad para reducir estos dos biomarcadores proinflamatorios, lo que sugiere que los entrenamientos de alta intensidad pueden inducir respuestas antiinflamatorias más fuertes.
- IL-10: Aunque no hubo diferencias significativas en la mayoría de las modalidades, HIIT mostró la mayor eficacia para aumentar los niveles de esta citoquina antiinflamatoria.
Factores que influyen en la respuesta inflamatoria al ejercicio
Los análisis de metarregresión revelaron que la efectividad del ejercicio sobre los biomarcadores inflamatorios estaba influenciada por la intensidad, la duración del entrenamiento, el sexo de los participantes y los cambios en la composición corporal.
- Intensidad del ejercicio: Se observó que el ejercicio de alta intensidad tenía un mayor impacto en la reducción de la inflamación que el ejercicio de intensidad moderada. Esto se evidenció particularmente en la reducción de TNF-α y CRP.
- Duración del entrenamiento: A mayor duración del programa de entrenamiento, se observaron mayores reducciones en la inflamación, especialmente en IL-10, lo que sugiere que el ejercicio prolongado es necesario para inducir respuestas antiinflamatorias sostenidas.
- Cambios en la composición corporal: Se encontró que la reducción del porcentaje de grasa corporal estaba positivamente correlacionada con la reducción de CRP y TNF-α, lo que indica que la disminución de la grasa corporal es un factor clave en la modulación de la inflamación inducida por el ejercicio.
- Diferencias de género: Se identificó que las mujeres mostraban una mayor respuesta en la reducción de IL-6 y TNF-α en comparación con los hombres.
Mecanismos potenciales del efecto antiinflamatorio del ejercicio
El ejercicio físico puede modular la inflamación a través de múltiples mecanismos. Entre los más relevantes se encuentran:
- Reducción del tejido adiposo y la infiltración de macrófagos en el tejido graso, lo que disminuye la producción de citoquinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α.
- Mejora en la sensibilidad a la insulina, que a su vez reduce la producción de mediadores inflamatorios.
- Inducción de respuestas antiinflamatorias a través del músculo esquelético, donde el ejercicio estimula la producción de IL-6 en el músculo, lo que a su vez induce un aumento en IL-10 y la inhibición de TNF-α.
- Regeneración endotelial y reducción del estrés oxidativo, lo que mejora la función vascular y reduce la inflamación sistémica.
Conclusión
Los hallazgos destacan el papel del ejercicio en la reducción de la inflamación en personas con sobrepeso y obesidad, con diferencias notables entre las modalidades de entrenamiento. El ejercicio aeróbico y el entrenamiento combinado fueron los más efectivos para mejorar leptina y adiponectina, mientras que el HIIT tuvo el mayor impacto en la reducción de IL-6, TNF-α e IL-10. Se observó una relación dosis-respuesta entre la intensidad/duración del ejercicio y la magnitud de la reducción inflamatoria, además de una correlación positiva entre la reducción de grasa corporal y la mejora de los biomarcadores inflamatorios.
Estos resultados respaldan la recomendación de incluir ejercicio aeróbico de alta intensidad y programas de entrenamiento combinados como estrategias efectivas para mitigar la inflamación crónica en personas con obesidad.
Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/02/Effects-of-various-exercise-types-on-inflammatory.pdf
Referencia completa:
Chen C, Zhang D, Ye M, You Y, Song Y, Chen X. Effects of various exercise types on inflammatory response in individuals with overweight and obesity: a systematic review and network meta-analysis of randomized controlled trials. Int J Obes (Lond). 2025 Feb;49(2):214-225. doi: 10.1038/s41366-024-01649-6.