Efectos de diferentes intensidades en periodo de puesta a punto (tapering) sobre el rendimiento neuromuscular

El periodo de tapering durante una planificación de entrenamiento deportivo se refiere al periodo en el que el atleta trata de optimizar todas las adaptaciones alcanzadas durante las fases anteriores de entrenamiento, mediante un descenso de la carga de trabajo, generalmente vinculada a la diminución del volumen. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Pritchard y col, 2018; Int J Sports Physiol Perform 11: 1-22; doi: 10.1123/ijspp.2018-0489) cuyo objetivo fue investigar los efectos de un periodo de tapering en entrenamiento de fuerza aplicando diferentes intensidades, pero igual reducción de volumen, sobre el rendimiento neuromuscular. Participaron 11 atletas entrenados en fuerza que completaron un estudio con diseño cruzado. Los sujetos realizaron 2 bloques de 4 semanas de entrenamiento de fuerza seguidos de una semana de taper, con reducción del volumen (~70%), con un aumento (5,9%) o descenso (-8,5%) de la intensidad. Se realizaron test pre-entrenamiento (T1), post-entrenamiento (T2) y post-taper (T3). Se midieron niveles salivares de testosterona y cortisol, niveles séricos de creatina quinasa y test de rendimiento neuromuscular (salto contramovimiento, CMJ; fuerza isométrica de piernas, IMTP y press de banca, IBP. Los resultados mostraron mejoras significativas en CMJ, de T1 a T2 y T3, y entre T2 y T3. El pico de fuerza en IMTP mejoró de T1 a T2, pero no hubo cambios después de la semana de taper. No se observaron diferencias con los distintos protocolos de taper. Sin embargo, la mayor intensidad en el periodo de tapering mostró tendencia de mayor mejora en la mayoría de las variables estudiadas. Los autores sugieren que la reducción del volumen de entrenamiento en el periodo de taper tiene efectos positivos sobre el rendimiento de potencia, con una tendencia a considerar que una mayor intensidad en este periodo puede asociarse con mayores mejoras en potencia y fuerza.

Establecer un periodo de tapering óptimo es bastante complicado. Depende de factores individuales decisivos, pero también de la modalidad deportiva. En lo que si hay un acuerdo bastante unánime es en la utilidad de reducir el volumen de entrenamiento en un periodo de entre 7 y 10 días antes de la competición. Pero no se puede otorgar un patrón de descenso de volumen ideal para todas las disciplinas deportivas y todos los sujetos. El entrenador debe conocer en base a los resultados de las competiciones cual es la reducción ideal y durante cuento tiempo ha de aplicarse. En cuanto a la intensidad, parece que también hay bastante consenso en mantener la misma durante ese periodo de puesta a punto, pero aquí también los entrenadores deben individualizar el protocolo a seguir.

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