Efectos de diferentes entrenamientos con intervalos sobre el VO2max, composición corporal y fuerza en mujeres sedentarias obesas

Los protocolos de ejercicio intermitente o interválico han mostrado su utilidad en la mejora del fitness cardiorrespiratorio y metabólico, así como en la modificación de la composición corporal. Sin embargo, no hay un único protocolo interválico eficaz, ya que probablemente esa eficacia dependa del perfil de la persona a la que se aplica. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Clark y col, 2019; Eur J Appl Physiol 14-ene; doi:  10.1007/s00421-019-04077-x) cuyo objetivo fue determinar los efectos de 2 protocolos de HIIT (entrenamiento interválico de alta intensidad), uno tradicional (TRAD) y otro periodizado (PER) sobre cambios en VO2max, composición corporal y fuerza muscular en mujeres obesas sedentarias. Participaron 17 mujeres (BMI medio: 39,1; Edad media: 37,5) que participaron en un programa de ejercicio de 6 semanas, 3 sesiones/semana, 2 en laboratorio y 1 en su entorno. Las mujeres fueron asignadas aleatoriamente al grupo TRAD ó PER. Los resultados mostraron que el VO2max mejoró un 4-5% (p<0,05) en respuesta al entrenamiento sin diferencias entre grupos. La masa corporal, masa grasa y relación cintura-cadera no se modificaron. Si un hubo un cambio en el %grasa corporal y masa libre de grasa en TRAD, pero no en PER. No se observaron cambios en la fuerza de extensores o flexores de miembros inferiores. Los autores concluyeron que el HIIT de bajo volumen mejoró el VO2max y la composición corporal, pero no modificó la fuerza muscular, lo que sugiere que si también se tiene como objetivo la mejora de la fuerza en mujeres obesas se debería añadir un entrenamiento específico de fuerza.

El HIIT ha mostrado su eficacia en la mejora de la potencia aeróbica máxima en multitud de estudios, pudiendo afirmar que esa adaptación es unánime. No ocurre lo mismo con los resultados del HIIT sobre la composición corporal, dependiendo seguramente de si se asocia o no a regímenes dietéticos, y al propio carácter o protocolo del HIIT. En cualquier caso y a nivel estratégico de adherencia el HIIT sigue mostrando una prioridad de elección para aquellas personas que desean disminuir la grasa corporal. Mi opinión es que al HIIT debería añadirse un entrenamiento de fuerza específico para aumentar el gasto metabólico basal y el estatus funcional muscular que tanto se relaciona con la salud.

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