Efectividad de los protocolos de entrenamiento de fuerza basados en la frecuencia sobre la hipertrofia, fuerza y potencia en sujetos entrenados

La manipulación de las variables de ejercicio en el entrenamiento de fuerza (RT) es un componente importante en el desarrollo de la fuerza muscular, la potencia y la hipertrofia. Actualmente, la mayoría de los centros de investigación se ocupan de aplicar protocolos en sujetos no entrenados o aficionados. Recientemente se han publicado las conclusiones de un estudio (Kessinger y col, 2020; J Sport Rehabil 25:1-8; doi: 10.1123/jsr.2019-0491) centrado en estudios realizados con personas bien entrenadas con respecto a la frecuencia de entrenamiento. Pregunta clínica: en sujetos varones bien entrenados, ¿existe una asociación entre la frecuencia de RT y el desarrollo de la fuerza muscular y la hipertrofia? Resumen de hallazgos clave: Cuatro estudios cumplieron los criterios de inclusión y se incluyeron para su análisis. Todos los estudios mostraron que el entrenamiento de baja frecuencia podría provocar fuerza muscular y aumentos de hipertrofia. Un estudio sugirió que una frecuencia más alta en comparación con una frecuencia más baja puede proporcionar un ligero beneficio para el desarrollo hipertrófico. Un estudio informó un mayor nivel de dolor muscular de inicio tardío con entrenamiento de baja frecuencia. Los 4 estudios demuestran apoyo para la pregunta clínica. Conclusión clínica: la evidencia actual sugiere que la RT de baja frecuencia produce similares mejoras en la fuerza muscular y la hipertrofia en comparación con la RT de mayor frecuencia cuando se iguala el volumen. La evidencia es particularmente convincente cuando la RT de baja frecuencia se asocia con un protocolo de entrenamiento de cuerpo completo en sujetos varones bien entrenados. Conclusión:  Existe evidencia de moderada a fuerte para sugerir que la RT de baja frecuencia, cuando se iguala el volumen, producirá mejoras equivalentes en la fuerza muscular y la hipertrofia en comparación con la RT de mayor frecuencia.

Nuevamente los estudios indican la importancia del volumen de entrenamiento frente a distintos modelos de frecuencia de entrenamiento. Siempre dentro de un contexto fisiológico, entrenar 2 sesiones/semana ofrece similares adaptaciones que entrenar 3 ó 4 sesiones/semana siempre que se iguale el volumen total. Lógicamente este juego de frecuencia y volumen de entrenamiento tiene límites que no están muy claros porque dependen mucho del perfil de los sujetos a los que se aplica y de la propia modalidad de entrenamiento. Así, si el entrenamiento se realiza cada 15 días, aunque el igualemos el volumen de un programa de 3 sesiones/semana, las adaptaciones serán muy diferentes. Igualmente, entrenar todos los días 1 serie, ofrece adaptaciones diferentes que entrenar 3 días 3 series, porque las adaptaciones no solo dependen del volumen total de trabajo, sino también de las condiciones que se generan en la propia sesión de entrenamiento (fatiga, etc).

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