Hall ECR, John G, Ahmetov II. Testing in Football: A Narrative Review. Sports (Basel). 2024 Nov 13;12(11):307. doi: 10.3390/sports12110307.
Antropometría
Las exigencias fisiológicas y tácticas del fútbol requieren que los jugadores de élite posean capacidad para desarrollar y mantener altos niveles de condición física. Existe una notable heterogeneidad en el tamaño corporal entre los jugadores de élite, lo que puede estar relacionado con la posición que ocupan en el campo. Por ejemplo, ser más alto puede ser ventajoso para los porteros y para posiciones como defensa central o delantero centro, donde los duelos aéreos son frecuentes. Sin embargo, es común observar variaciones de estatura entre jugadores de una misma posición. Por lo tanto, es poco probable que exista un perfil antropométrico “óptimo” para el éxito en el fútbol basado únicamente en la estatura y el peso.
No obstante, se ha evidenciado que los jugadores juveniles de elite tienden a ser más altos y delgados que sus pares de menor nivel. Además, la altura promedio, el peso y el índice de masa corporal (IMC) varían según el rol posicional en jugadores profesionales. Aunque medir regularmente la estatura y el peso en jugadores profesionales puede no aportar grandes beneficios, estas mediciones son útiles durante la adolescencia, cuando los jugadores maduran a diferentes edades y ritmos. Los jugadores que maduran antes suelen ser más altos y pesados, lo que les confiere ventajas fisiológicas como mayor fuerza muscular, un fenómeno conocido como la hipótesis de selección por maduración. Asimismo, aquellos nacidos en el primer trimestre del año de selección suelen tener ventajas físicas en comparación con los nacidos más tarde, lo que se denomina el efecto de la edad relativa.
Para mitigar estos fenómenos y mejorar las oportunidades de selección, se han desarrollado métodos para estimar la edad cronológica en la que los jugadores juveniles alcanzan su pico de velocidad de crecimiento (PHV) y predecir su altura adulta final. Métodos como el de “desfase de maduración” utilizan ecuaciones de regresión específicas por sexo, mientras que el método de “porcentaje de altura adulta prevista” considera la altura, peso, sexo y estatura promedio de los padres. Aunque populares en academias de fútbol por su naturaleza no invasiva, estos métodos tienen limitaciones en su precisión. Sin embargo, la recolección regular de datos antropométricos es una práctica común en academias para monitorear el crecimiento y desarrollo de los jugadores y reducir el riesgo de lesiones.
Composición Corporal
Aunque las medidas antropométricas por sí solas pueden tener una utilidad limitada, la evaluación de la composición corporal es común en el fútbol profesional, donde los niveles promedio de grasa corporal en jugadores de élite masculinos suelen rondar el 10%. Un exceso de grasa corporal puede afectar negativamente la movilidad, la relación potencia-peso, el gasto energético total y la capacidad de aceleración. Por ello, es esencial que los jugadores mantengan niveles adecuados de masa grasa. En caso de lesiones, donde el gasto energético disminuye por una menor carga de entrenamiento, es crucial controlar la composición corporal para minimizar cambios perjudiciales, como el aumento de grasa en relación con la masa magra.
Detectar cambios significativos en la composición corporal requiere métodos válidos y fiables. Los métodos de laboratorio, como la absorciometría dual de rayos X (DXA), la resonancia magnética, el pesaje hidrostático y la dilución de isótopos, ofrecen alta precisión pero son costosos, difíciles de acceder y requieren experiencia. Aunque las exploraciones DXA son más precisas que la impedancia bioeléctrica o las mediciones de pliegues cutáneos, estas últimas son alternativas aceptables si son realizadas por personal capacitado en cineantropometría. Estos métodos prácticos y rentables permiten cuantificar la eficacia de intervenciones de entrenamiento y nutrición y realizar un seguimiento a lo largo de las temporadas como parte de un enfoque integral de control de jugadores.
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