Tipo de ejercicio y dosis óptima para el manejo del dolor en pacientes con cáncer de mama

El cáncer de mama es actualmente el tipo de cáncer con mayor incidencia a nivel mundial. Gracias a los avances en el diagnóstico precoz y en los tratamientos oncológicos, las tasas de supervivencia han aumentado de forma notable en las últimas décadas. Sin embargo, esta mejora en la supervivencia ha ido acompañada de un incremento en la prevalencia de efectos secundarios crónicos que afectan de manera significativa a la calidad de vida de las supervivientes. Entre estos efectos, el dolor relacionado con el cáncer destaca como uno de los síntomas más frecuentes, persistentes y discapacitantes.

La evidencia epidemiológica indica que aproximadamente el 40–45% de las supervivientes de cáncer de mama continúan experimentando dolor crónico tras finalizar los tratamientos primarios. Este dolor puede tener múltiples orígenes: daño tisular asociado a la cirugía, neurotoxicidad inducida por quimioterapia, fibrosis postradioterapia, linfedema o alteraciones musculoesqueléticas secundarias a la inactividad física y a los cambios hormonales. La naturaleza multifactorial del dolor hace que su manejo sea complejo y que, en muchos casos, no exista una solución única y definitiva.

El abordaje clínico tradicional del dolor oncológico se ha basado principalmente en el tratamiento farmacológico, utilizando antiinflamatorios no esteroideos y, en casos más severos, opioides. Aunque estas estrategias pueden ser eficaces, presentan importantes limitaciones: efectos secundarios, tolerancia, riesgo de dependencia y eficacia limitada en determinados tipos de dolor. Estas limitaciones han impulsado el interés por intervenciones no farmacológicas que puedan complementar o reducir la necesidad de medicación analgésica.

El ejercicio físico se ha consolidado como una intervención segura y con múltiples beneficios en supervivientes de cáncer de mama, incluyendo mejoras en la capacidad funcional, la fatiga, el estado psicológico y la calidad de vida. Desde un punto de vista fisiológico, el ejercicio puede modular el dolor mediante diversos mecanismos, como la liberación de endorfinas, citoquinas antiinflamatorias y endocannabinoides, así como la activación de los sistemas endógenos de inhibición del dolor. No obstante, a pesar de que múltiples revisiones sistemáticas han demostrado que el ejercicio reduce el dolor en pacientes oncológicos, persiste una importante laguna clínica: la ausencia de prescripciones claras y específicas sobre el tipo de ejercicio y la dosis óptima necesarias para maximizar el alivio del dolor.

Las guías clínicas actuales, como las de la NCCN, recomiendan intervenciones de fisioterapia dentro de un enfoque multimodal del dolor, pero no ofrecen indicaciones precisas sobre programas de ejercicio estructurados. Además, una dosificación inadecuada del ejercicio puede ser ineficaz o incluso contraproducente en una población vulnerable como las supervivientes de cáncer de mama. En este contexto, los autores plantean la necesidad de desarrollar prescripciones de ejercicio basadas en la evidencia y específicamente orientadas al manejo del dolor.

Para responder a esta necesidad, el presente estudio utiliza un enfoque metodológico innovador: un metaanálisis en red con modelo bayesiano de dosis–respuesta. Este diseño permite no solo comparar diferentes modalidades de ejercicio entre sí, sino también identificar rangos de dosis eficaces y óptimos, ofreciendo una base cuantitativa sólida para la toma de decisiones clínicas.

Métodos

Se realizó una revisión sistemática y un metaanálisis en red de ensayos clínicos aleatorizados que evaluaron el efecto del ejercicio sobre el dolor en supervivientes de cáncer de mama. Se incluyeron 25 estudios con un total de 1.899 participantes. Las modalidades de ejercicio analizadas fueron ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza, ejercicio combinado aeróbico-fuerza, yoga y caminar. La dosis de ejercicio se estandarizó mediante MET-minutos por semana, permitiendo comparar intervenciones heterogéneas bajo un marco común.

Resultados

El análisis reveló una relación dosis–respuesta en forma de U invertida entre el ejercicio total y la reducción del dolor. El ejercicio fue eficaz dentro de un rango aproximado de 0 a 1300 MET-min/semana, alcanzando su efecto máximo alrededor de 780 MET-min/semana. Dosis superiores no mostraron beneficios adicionales significativos.

Al analizar las modalidades de ejercicio por separado, todas mostraron asociaciones significativas con la reducción del dolor dentro de determinados rangos de dosis. Sin embargo, el ejercicio combinado aeróbico y de fuerza destacó como la modalidad más eficaz, con el mayor tamaño del efecto. El ranking comparativo sugirió que aproximadamente 170 minutos semanales de ejercicio combinado constituyen la prescripción más efectiva para el alivio del dolor en esta población.

Discusión

El hallazgo central es la existencia de una relación dosis–respuesta no lineal entre ejercicio y dolor, lo que refuerza el concepto de que “más ejercicio” no siempre equivale a “más beneficio”. Los autores interpretan esta curva en U invertida como reflejo de los mecanismos fisiológicos del ejercicio: dosis moderadas inducen efectos analgésicos mediante mejoras circulatorias, neuromodulación y reducción de la inflamación, mientras que dosis excesivas pueden generar fatiga, sobrecarga tisular o respuestas inflamatorias que atenúan o anulan los beneficios.

El hecho de que el ejercicio combinado aeróbico-fuerza sea la intervención más eficaz se alinea con recomendaciones internacionales de actividad física y con la evidencia sobre los beneficios complementarios de ambas modalidades. El componente de fuerza resulta especialmente relevante en supervivientes de cáncer de mama, ya que contribuye a mejorar la salud musculoesquelética, activar mecanismos de hipoalgesia inducida por ejercicio y contrarrestar la pérdida de masa muscular y densidad ósea asociadas a los tratamientos oncológicos. El componente aeróbico, por su parte, puede ser especialmente eficaz en el manejo del dolor neuropático y mecánico, así como en la mejora de la sensibilidad al dolor.

Los autores comparan sus resultados con metaanálisis previos y destacan que las discrepancias existentes en la literatura pueden deberse a la inclusión de diferentes tipos de cáncer, fases del tratamiento y modalidades de ejercicio. Al centrarse exclusivamente en supervivientes de cáncer de mama, este estudio reduce la heterogeneidad clínica y ofrece recomendaciones más específicas y aplicables.

La discusión también aborda el papel de modalidades de menor intensidad, como yoga y caminar. Aunque ambas muestran efectos positivos sobre el dolor, la calidad de la evidencia es baja y los intervalos de credibilidad son amplios. Estas modalidades pueden ser alternativas válidas para pacientes con menor tolerancia al ejercicio, pero no parecen superar la eficacia del ejercicio combinado.

Desde una perspectiva clínica, los autores proponen que las prescripciones de ejercicio para el manejo del dolor deben ser progresivas, individualizadas y centradas en alcanzar el rango óptimo identificado, en lugar de imponer objetivos rígidos. Asimismo, subrayan que estas recomendaciones son específicas para el control del dolor y que otros objetivos de salud pueden requerir ajustes en la dosis o el tipo de ejercicio.

En conclusión, este estudio demuestra que el ejercicio es una intervención eficaz para reducir el dolor en supervivientes de cáncer de mama, con una relación dosis–respuesta en forma de U invertida. El ejercicio combinado aeróbico y de fuerza, con una dosis aproximada de 170 minutos semanales, emerge como la opción más eficaz. No obstante, los autores enfatizan la necesidad de ensayos clínicos de alta calidad para confirmar estos hallazgos y avanzar hacia prescripciones de ejercicio verdaderamente personalizadas.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/12/optimal-exercise-type-and-dose-for-pain-management-in-breast-cancer-survivors.pdf

Referencia completa:

Huang H, Chen X, Wang Z, Zhang Y. Evidence-based prescription: optimal exercise type and dose for pain management in breast cancer survivors-a systematic review and dose-response network meta-analysis. BMC Cancer. 2025 Dec 6. doi: 10.1186/s12885-025-15432-x.

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