Los pacientes con COVID-19 pueden experimentar una discapacidad relacionada con el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o debido a la inmovilización prolongada.
Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Udina y col, 2021; J Frailty Aging 10:297; doi: 10.14283/jfa.2021.1) cuyo objetivo fue evaluar el impacto pre-post sobre el rendimiento físico del ejercicio terapéutico multicomponente para la rehabilitación post-COVID-19 en un centro de cuidados post-agudos.
Se aplicó una intervención de ejercicio terapéutico multicomponente diario de 30 minutos, combinando entrenamiento de resistencia aeróbica, fuerza y equilibrio. Se recogieron variables clínicas, funcionales y cognitivas. Se incluyeron 33 pacientes (66,2 ± 12,8 años).
Los resultados mostraron una mejora global de la capacidad funcional. Los pacientes post-UCI, que eran más jóvenes que los que no tenían UCI, experimentaron una mayor mejoría en las pruebas de capacidad funcional (4.4 ± 2.1 vs 2.5 ± 1.7, p <0.01) y velocidad de la marcha (0.4 ± 0.2 vs 0.2 ± 0.1 m/seg, p <0.01).
Los autores concluyeron que los adultos que sobrevivieron al COVID-19 mejoraron su estado funcional con un programa de ejercicio, incluidos aquellos que requirieron ingreso en la UCI. Nuestros resultados enfatizan la necesidad de establecer estrategias de rehabilitación innovadoras para reducir los resultados funcionales negativos de COVID-19.
La pandemia del COVID19 ha propiciado un estudio más profundo sobre como tratar a pacientes que ingresan en UCIs y permanecen durante un tiempo prolongado en esas unidades. El deterioro de la función muscular es seguramente la consecuencia más grave que tienen estos pacientes inmovilizados. Ese deterioro muscular afecta a toda la musculatura, incluidos los músculos respiratorios, por lo que los programas de rehabilitación deben contemplar también el entrenamiento de músculos respiratorios incluso en la propia unidad de cuidados intensivos.
