La creatina es uno los suplementos nutricionales más populares, utilizándose para ayudar a mejorar el rendimiento deportivo, e indirectamente contribuye al crecimiento de la masa muscular.
Los autores de este estudio (Zhang y col, 2021; Cell Metab 27-mar; doi: 10.1016/j.cmet.2021.03.009), publicado en una de las mejores revistas científicas, informan de un posible efecto adverso de la creatina utilizando modelos de ratón ortotópicos, mostrando que la creatina promueve la metástasis del cáncer colorrectal y de mama y acorta la supervivencia del ratón. Los autores demuestran que la glicina amidinotransferasa (GATM), la enzima que limita la velocidad para la síntesis de creatina está regulada al alza en las metástasis hepáticas. El consumo de creatina, o la síntesis de novo mediada por la GATM, promueve la metástasis del cáncer y acorta la supervivencia del ratón mediante la regulación positiva de la expresión de Snail y Slug a través de la fosforilación de Smad2 y Smad3 activada vía MPS1 (huso monopolar 1). La caída de GATM o la inhibición de MPS1 suprime la metástasis del cáncer y beneficia la supervivencia del ratón al regular a la baja a Snail y Slug.
Los hallazgos de este estudio llevan a los autores a solicitar precaución al considerar la recomendación de aporte dietético de creatina en pacientes con cáncer.
En la época que estamos viviendo, en la que predomina la transmisión binaria de la información sin detenernos a la reflexión, titular un post “La creatina puede promover la metástasis del cáncer”, sé que es arriesgado, pero es lo expresa la ciencia como hipótesis de trabajo. Bajo mi punto de vista, lo importante de este estudio, realizado con ratones, no es asumir como definitivos los resultados de esta investigación ni mucho menos, sino prestar atención a posibles interferencias de suplementos y/o ayudas ergogénicas que en sanos pueden no tener efectos secundarios adversos, pero que aplicados en pacientes pueden suponer un efecto negativo para la evolución de la enfermedad
