Entrenamiento visual: el gran olvidado en el rendimiento de los atletas

La toma de decisiones constituye una de las habilidades más determinantes del rendimiento deportivo. En los contextos competitivos, los deportistas deben procesar información multisensorial, anticipar las acciones del oponente y ejecutar respuestas motoras rápidas y precisas. Este proceso forma parte del comportamiento perceptivo-motor, que integra desde la recepción del estímulo sensorial hasta la respuesta motora final. La capacidad de decidir eficazmente depende de la coordinación entre los sistemas sensorial y motor, así como de los procesos cognitivos implicados en la atención, la memoria de trabajo y la anticipación.

En los últimos años, se ha incrementado el interés por los métodos de entrenamiento cognitivo que mejoran estas capacidades. Dentro de ellos, el entrenamiento visual (Visual Training, VT) se ha consolidado como una herramienta de gran potencial. Durante la práctica deportiva, más del 80% de la información relevante proviene de la visión, lo que convierte a la integración visomotora —la coordinación entre percepción visual y ejecución motora— en un elemento esencial del rendimiento. Este proceso implica la cooperación de regiones visuales, motoras y ejecutivas del cerebro para generar representaciones espaciotemporales coherentes.

El VT se define como una intervención estructurada destinada a mejorar la percepción visual, el procesamiento cognitivo y la coordinación ojo-mano. Se ha aplicado tanto en poblaciones sanas como en pacientes con déficits visuales y en deportistas de distintos niveles. Sin embargo, la evidencia sobre su eficacia sigue siendo contradictoria. Mientras algunos estudios han demostrado mejoras en la precisión, la coordinación o la velocidad de procesamiento, otros no han encontrado beneficios significativos e incluso han reportado efectos negativos de ciertos métodos (por ejemplo, el entrenamiento estroboscópico).

En los deportistas entrenados, esta heterogeneidad puede deberse a múltiples factores: diferencias en el diseño de los programas (duración, frecuencia, tipo de tareas), en las características de los participantes (edad, sexo, nivel competitivo) y en las medidas utilizadas para evaluar los resultados. En general, se considera que los efectos del VT pueden dividirse en dos niveles:

  • Efectos de transferencia cercana (near transfer): mejoras en las habilidades perceptivo-cognitivas o de toma de decisiones.
  • Efectos de transferencia lejana (far transfer): mejoras en el rendimiento específico del deporte.

A pesar de los hallazgos promisorios, la literatura carece de revisiones sistemáticas que cuantifiquen de manera integrada la magnitud del efecto del VT sobre ambas dimensiones. Por ello, el objetivo de esta revisión sistemática y metaanálisis fue evaluar el impacto del entrenamiento visual sobre las habilidades de toma de decisiones y el rendimiento específico deportivo, además de explorar el papel modulador de variables individuales (edad, sexo, nivel de habilidad) y de diseño (duración, frecuencia y tipo de entrenamiento).

Los resultados del metaanálisis, que incluyó 27 estudios y 669 deportistas, mostraron que el VT mejoró significativamente el tiempo de respuesta en la toma de decisiones (SMD = 0.85) y el rendimiento deportivo específico (SMD = 0.49). En cambio, no se observaron mejoras significativas en la precisión de la respuesta ni en los tiempos de reacción simples o de elección.

Estos hallazgos permiten establecer varias interpretaciones relevantes:

  1. Efectos del entrenamiento visual sobre la toma de decisiones

Los deportistas expertos se caracterizan por su capacidad para reconocer patrones, anticipar acciones y seleccionar rápidamente la respuesta adecuada. El VT parece potenciar esta capacidad al optimizar la eficiencia del procesamiento de la información, lo que se traduce en respuestas más rápidas. Sin embargo, la velocidad de respuesta no siempre se acompaña de una mayor precisión, tal como demostraron los autores: los participantes reaccionaron más deprisa, pero no con mayor exactitud.

Esto sugiere que el VT mejora principalmente la velocidad del procesamiento visomotor, pero no necesariamente la calidad de la decisión. En entornos deportivos complejos, una decisión demasiado rápida puede basarse en información incompleta o en errores perceptivos. Por tanto, la ganancia en rapidez podría reflejar una adaptación a tareas familiares o predecibles, más que una mejora generalizada del procesamiento cognitivo.

El hecho de que el VT no modificara los tiempos de reacción simples o de elección respalda la idea de que su efecto se manifiesta en contextos de mayor carga cognitiva, donde la integración entre percepción y acción es crítica. Estudios previos del propio grupo de investigación han mostrado resultados similares: por ejemplo, en tiradores de skeet, el VT no mejoró la reacción básica, pero sí la rapidez en el montaje del arma y la precisión en el disparo, es decir, tareas específicas y contextualizadas.

Estos hallazgos sugieren que el VT no acelera los reflejos per se, sino que aumenta la eficiencia en la anticipación y el control motor en situaciones conocidas, apoyándose en mecanismos de predicción y atención selectiva. El entrenamiento bajo condiciones de sobrecarga visual (como el uso de gafas estroboscópicas o tareas de seguimiento de objetos múltiples) también parece favorecer la integración de otras entradas sensoriales, como la propiocepción, optimizando así la toma de decisiones en entornos dinámicos.

  1. Efectos sobre el rendimiento deportivo específico

La mejora en el rendimiento deportivo observada (SMD = 0.49) sugiere que el VT tiene valor práctico como herramienta complementaria al entrenamiento técnico o táctico. Su impacto podría explicarse por un doble mecanismo:

  1. Mejora cognitiva: optimización del reconocimiento de patrones y procesamiento de información relevante.
  2. Mejora motora: fortalecimiento de la coordinación neuromuscular y de la precisión en la ejecución bajo presión.

El VT parece facilitar una comunicación más eficiente entre los sistemas perceptivo y motor, lo que se traduce en una mejor ejecución de movimientos específicos del deporte. Este beneficio fue especialmente evidente en disciplinas colectivas como fútbol, voleibol o rugby, donde la interpretación rápida de múltiples estímulos visuales (compañeros, rivales, balón) resulta esencial.

Aunque los análisis por subgrupos no mostraron diferencias estadísticamente significativas, se identificaron tendencias interesantes:

  • Sexo: los hombres mostraron mayor mejora en el rendimiento (SMD = 0.53), posiblemente por diferencias fisiológicas en velocidad de ejecución y precisión perceptiva.
  • Edad: los adolescentes obtuvieron mayores beneficios (SMD = 0.54) debido a su mayor plasticidad neural y capacidad de aprendizaje visomotor.
  • Nivel competitivo: los deportistas sub-élite mejoraron más que los élite, probablemente porque estos últimos ya poseen una integración visomotora altamente desarrollada.
  • Tipo de deporte: los deportes de equipo se beneficiaron más (SMD = 0.60) que los individuales, donde la carga perceptiva es menor.
  • Duración y frecuencia: los programas de ≥8 semanas y menor frecuencia (<3 sesiones/semana) mostraron mejores resultados, indicando que el aprendizaje visual requiere tiempo y periodos de recuperación para consolidarse.
  • Tipo de entrenamiento: los métodos centrados en habilidades componentes (por ejemplo, coordinación visomotora) fueron más efectivos que los naturalísticos (como realidad virtual o entrenamiento estroboscópico), probablemente por su especificidad y menor carga cognitiva.

Conclusión

El metaanálisis demuestra que el entrenamiento visual es una herramienta eficaz para mejorar el tiempo de respuesta y el rendimiento deportivo específico, aunque su efecto sobre la precisión o los reflejos básicos no es significativo. Su utilidad parece mayor cuando se aplica como complemento al entrenamiento técnico, especialmente en disciplinas colectivas o en atletas jóvenes o sub-élite.

Los resultados sugieren que el VT optimiza la integración perceptivo-motora más que la velocidad de reacción pura, ayudando a los deportistas a anticipar mejor y ejecutar con mayor eficiencia bajo condiciones de presión.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/10/Does-Visual-Training-Enhance-Athletes.pdf

Referencia completa:

Guo Y, Chen C, Peng J, Deng L, Yuan T. Does Visual Training Enhance Athletes’ Decision-Making Skills and Sport-Specific Performance? A Systematic Review and Meta-Analysis. Scand J Med Sci Sports. 2025 Oct;35(10):e70140. doi: 10.1111/sms.70140.

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