El entrenamiento de resistencia muscular respiratoria (RMET) ha ganado atención como una estrategia potencialmente efectiva para mejorar la función respiratoria en pacientes con enfermedades crónicas. Estas afecciones, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la obesidad severa, la miastenia gravis y las enfermedades restrictivas torácicas, suelen llevar a una debilidad muscular respiratoria debido a sobrecargas funcionales y cambios estructurales en los músculos respiratorios, en particular el diafragma y los músculos intercostales.
Los pacientes con EPOC, por ejemplo, enfrentan un aumento en la carga de trabajo respiratorio debido a la hiperinflación pulmonar y la presión positiva al final de la espiración. Estas condiciones contribuyen al remodelado muscular, incluyendo atrofia de las fibras musculares tipo II y alteraciones en los sarcómeros, lo que reduce la capacidad de generar fuerza y, en consecuencia, disminuye la tolerancia al ejercicio. En general, estas alteraciones suelen asociarse con un aumento en la sensación de disnea, fatiga respiratoria y una menor calidad de vida.
El RMET, que se realiza principalmente mediante hiperpnea isocápnica voluntaria, busca abordar estos desafíos al promover adaptaciones estructurales y funcionales en los músculos respiratorios. Estudios previos han demostrado aumentos en el grosor del diafragma, mejoras en la proporción de fibras musculares tipo I y en el tamaño de las fibras tipo II, así como incrementos en la fuerza y la resistencia muscular. Como resultado, el entrenamiento podría reducir la percepción de esfuerzo respiratorio y mejorar el rendimiento físico general, proporcionando beneficios significativos en la rehabilitación de pacientes con enfermedades respiratorias crónicas.
Sin embargo, la evidencia sobre la eficacia del RMET es limitada y heterogénea. Aunque algunos estudios sugieren beneficios en parámetros como la distancia de caminata en seis minutos (6MWD), la calidad de vida y la capacidad funcional, no hay consenso sobre su efectividad en otros aspectos como la disnea o el consumo máximo de oxígeno (VO₂máx). Además, no se ha realizado previamente una revisión sistemática exhaustiva que consolide estos hallazgos. Por ello, este artículo busca sintetizar la evidencia existente sobre el RMET, evaluando su seguridad, viabilidad y efectividad, así como identificar las poblaciones que podrían beneficiarse más de esta intervención.
Métodos
La revisión se llevó a cabo siguiendo las directrices PRISMA, utilizando bases de datos como PubMed, Google Scholar, Cochrane y Embase. Se incluyeron tanto ensayos controlados aleatorios (RCT) como estudios no aleatorios que cumplieran con criterios específicos: participantes con enfermedades crónicas, implementación de RMET mediante hiperpnea isocápnica voluntaria y comparadores como fisioterapia convencional o cuidados habituales. Se excluyeron estudios que incluyeran sujetos sanos o que utilizaran otras formas de entrenamiento respiratorio. La calidad metodológica se evaluó mediante herramientas como la escala PEDro y el sistema Robins-1.
Resultados
La revisión incluyó 12 estudios con un total de 257 pacientes con diferentes enfermedades crónicas, incluyendo EPOC, obesidad, miastenia gravis y enfermedades restrictivas torácicas. Los programas de RMET variaron en duración (3 a 14 semanas), frecuencia (5 a 7 días por semana) y modalidad (entrenamiento individual o combinado con otras intervenciones). Los resultados principales se agruparon en varias categorías:
- Resistencia respiratoria:
- Se observaron mejoras significativas en el tiempo de resistencia respiratoria (RET), con incrementos de hasta 18 minutos en comparación con los grupos control.
- Este aumento fue consistente tanto en programas realizados en entornos hospitalarios como en el domicilio del paciente.
- Función pulmonar:
- El RMET mejoró parámetros clave como la capacidad vital forzada (FVC), el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV₁) y la presión inspiratoria máxima (MIP).
- Estas mejoras fueron particularmente evidentes cuando el RMET se combinó con otros tratamientos, como la rehabilitación pulmonar o el ejercicio físico general.
- Capacidad de ejercicio:
- Incrementos en la distancia de caminata en seis minutos (6MWD) y en el consumo máximo de oxígeno (VO₂máx) en algunos estudios.
- Sin embargo, otros resultados no mostraron efectos adicionales significativos en comparación con programas de ejercicio convencional.
- Calidad de vida:
- Se observaron mejoras en cuestionarios específicos como el SF-36 y el St. George’s Respiratory Questionnaire, indicando un impacto positivo en la calidad de vida física y general.
- Síntomas:
- Reducciones significativas en la disnea durante el ejercicio y en la percepción del esfuerzo respiratorio.
- Algunos estudios también reportaron una disminución en la fatiga muscular y en la percepción de esfuerzo en las extremidades inferiores.
- Seguridad y viabilidad:
- Ningún estudio reportó eventos adversos significativos, confirmando que el RMET es una intervención segura incluso en pacientes con enfermedades graves.
- Las tasas de adherencia fueron altas, especialmente en programas domiciliarios.
Discusión
El RMET demuestra ser una intervención segura y factible para pacientes con enfermedades crónicas. Sus principales beneficios se observan en la resistencia respiratoria, una variable clave para mejorar la capacidad funcional y reducir la disnea. Además, la modalidad de entrenamiento mediante hiperpnea isocápnica voluntaria parece ser bien tolerada por los pacientes, incluso en entornos domiciliarios, lo que facilita su implementación como parte de programas de rehabilitación más amplios.
Sin embargo, los resultados sobre otros parámetros, como la calidad de vida, la capacidad de ejercicio y la reducción de síntomas, no son uniformes. Aunque algunos estudios destacan mejoras significativas, otros no encuentran diferencias claras entre el RMET y las intervenciones estándar. Estas inconsistencias pueden atribuirse a limitaciones metodológicas en los estudios incluidos, como tamaños de muestra pequeños, heterogeneidad en las poblaciones estudiadas y falta de blinding. Además, la variabilidad en los protocolos de entrenamiento dificulta la comparación directa entre estudios.
Otro punto relevante es que no todos los pacientes con enfermedades crónicas parecen beneficiarse de manera uniforme del RMET. Aunque el entrenamiento es efectivo para mejorar la función respiratoria en pacientes con EPOC y obesidad, se necesita más investigación para identificar qué subgrupos de pacientes podrían obtener los mayores beneficios. Por ejemplo, la eficacia del RMET en pacientes con miastenia gravis o enfermedades restrictivas torácicas aún no está completamente establecida.
En términos de aplicaciones clínicas, el RMET podría integrarse como complemento a los programas de rehabilitación pulmonar, especialmente en pacientes con debilidad muscular respiratoria significativa. Sin embargo, se requieren estudios más robustos y de mayor calidad para confirmar su efectividad en diferentes contextos y explorar los mecanismos fisiológicos subyacentes.
Conclusión
El RMET, basado en hiperpnea isocápnica voluntaria, representa una modalidad prometedora para mejorar la función respiratoria y la capacidad funcional en pacientes con enfermedades crónicas.
Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/01/Respiratory-muscle-endurance-training-among-patients-with.pdf
Referencia completa:
Laurent H, Costes F, Richard R, Filaire M. Respiratory muscle endurance training among patients with chronic diseases: A systematic review of available evidence. Exp Physiol. 2025 Jan 6. doi: 10.1113/EP092300.