La sarcopenia es un trastorno generalizado del músculo esquelético que se caracteriza por una reducción de la fuerza y la masa muscular y se asocia con una variedad de resultados negativos para la salud. Actualmente, el ejercicio de fuerza (ER) se recomienda como tratamiento de primera línea para contrarrestar las consecuencias deletéreas de la sarcopenia en adultos mayores. Sin embargo, aunque hay pruebas considerables que demuestran que el ER es una intervención eficaz para mejorar la fuerza y la función muscular en adultos mayores sanos, se sabe mucho menos acerca de sus beneficios en las personas mayores que viven con sarcopenia. Además, la evidencia de su prescripción y administración óptimas es muy limitada y es poco probable que los beneficios potenciales del RE se realicen en ausencia de una dosis de ejercicio adecuada.
Recientemente se ha publicado una revisión bibliográfica (Hurst y col, 2022; Age Ageing 2-feb; doi: 10.1093/ageing/afac003) en la que se expone un resumen de los principios subyacentes de la prescripción efectiva del RE (especificidad, sobrecarga y progresión) y se discuten las principales variables (frecuencia de entrenamiento, selección de ejercicios, intensidad del ejercicio, volumen de ejercicio y períodos de descanso) que pueden manipularse al diseñar programas de RE. Los autores proponen que un programa de ER que consta de dos sesiones de ejercicio por semana e involucra una combinación de ejercicios para la parte superior e inferior del cuerpo realizados con un grado de esfuerzo relativamente alto para 1-3 series de 6-12 repeticiones es apropiado como un tratamiento para la sarcopenia.
Aunque la evidencia científica que apoya la realización de entrenamiento de fuerza en personas mayores de edad con sarcopenia es abrumadora a favor de la intervención, la realidad es que el número de personas de edad avanzada que entrenan fuerza es anecdótico, y de las que lo hacen, las que utilizan una metodología pautada de máxima eficacia constituyen la excepción. Es necesario que los médicos que atienden a estas personas, la mayoría de ellos pacientes, recomienden la realización de entrenamiento de fuerza, y que este entrenamiento se lleve a cabo de manera eficaz y seguro.
