Entrenamiento aeróbico y/o fuerza en obesos con dieta

La obesidad causa fragilidad en adultos de edad avanzada; sin embargo, la pérdida de peso podría acelerar el descenso de masa muscular y ósea, favoreciendo la sarcopenia y osteopenia. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Villareal y col, 2017; N Engl J Med 376: 1943-1955) en el que los autores evaluaron en un ensayo clínico a 141 pacientes obesos de edad avanzada, la efectividad de varias modalidades de ejercicio sobre la fragilidad y la prevención de la reducción de la masa ósea y muscular inducidas por una pérdida de masa corporal. Los participantes fueron distribuidos aleatoriamente en diferentes grupos, en los que se combinó un programa de pérdida de peso corporal con tres modalidades de ejercicio: aeróbico, de fuerza y ambos combinados. Un grupo control no realizó ni programa de pérdida de peso, ni ejercicio. A los 6 meses de intervención se valoró la capacidad funcional, además de los cambios en los indicadores de fragilidad, composición corporal, densidad mineral ósea y otras funciones. Los resultados mostraron que la capacidad funcional mejoró más en el grupo de ejercicio combinado y en todos los grupos de ejercicio respecto al control. El VO2pico aumentó más en el grupo combinado de ejercicio y en el grupo de entrenamiento aeróbico. La fuerza aumentó más en el grupo combinado y en de entrenamiento de fuerza. El peso corporal disminuyó un 9% en todos los grupos de ejercicio, sin cambios en el grupo control. La masa libre de grasa disminuyó menos en el grupo combinado y en el que entrenó fuerza, al igual que la densidad mineral ósea. Los autores sugieren que los programas de pérdida de peso más el entrenamiento combinado de fuerza y aeróbica fue lo más eficaz en mejorar el estatus funcional en obesos de edad avanzada.

El resultado de este estudio destaca la importancia de añadir ejercicio físico a los programas de pérdida de peso basados en dietas. El descenso de la masa muscular asociado a la reducción del consumo calórico debe minimizarse o tratar de evitarse por medio de la realización de ejercicio, siendo más recomendable el entrenamiento de fuerza. Del mismo modo, esta misma modalidad de entrenamiento es más eficaz en preservar la masa ósea en los adultos mayores susceptibles a su descenso debido primero a la edad y segundo a la reducción del propio peso corporal.

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