El impacto del ejercicio en el deterioro de la función vascular de miembros inferiores con el avance de la edad

El envejecimiento sedentario está estrechamente asociado con la aparición de disfunción endotelial vascular, la cual constituye uno de los mecanismos fundamentales responsables del aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) con la edad. Numerosos estudios han demostrado que los hombres mayores que practican entrenamiento de resistencia aeróbica con regularidad presentan una función endotelial en gran medida preservada. Sin embargo, gran parte de esta evidencia proviene de investigaciones realizadas en la extremidad superior (brazo). Dado que las extremidades inferiores tienen una mayor predisposición al desarrollo de enfermedades vasculares, existe un vacío significativo en el conocimiento sobre cómo afecta el envejecimiento y el ejercicio físico regular a la función vascular de las piernas.

Este estudio tuvo como objetivo examinar específicamente los efectos del envejecimiento, la actividad física y el entrenamiento de resistencia aeróbica sobre la función vascular en las piernas en hombres. Se evaluó la dilatación mediada por flujo (FMD) de las arterias femoral superficial (SFA) y poplítea (PA) en 39 hombres divididos en cuatro grupos: 10 jóvenes sedentarios, 8 mayores sedentarios, 9 mayores físicamente activos y 12 mayores entrenados en resistencia aeróbica con alta capacidad aeróbica.

La introducción del artículo destaca que, aunque está bien documentada la reducción de la función vascular en la extremidad superior con el envejecimiento sedentario, pocos estudios han explorado de manera profunda esta dinámica en las piernas, donde existe mayor susceptibilidad a enfermedades vasculares. Estudios previos han identificado reducciones en la función macrovascular en arterias como la poplítea y la femoral superficial en adultos mayores sedentarios, pero estas observaciones no son completamente consistentes en la literatura científica. Asimismo, la microvasculatura de las extremidades inferiores también ha mostrado disminuciones relacionadas con la edad, principalmente asociadas a la reducción de la disponibilidad de óxido nítrico.

En cuanto al efecto del entrenamiento de resistencia aeróbica, aunque está claramente asociado con una mejor función vascular en las extremidades superiores de adultos mayores, se desconocen aún sus efectos específicos en las piernas. Estudios previos han sugerido cierta protección frente a la disfunción vascular relacionada con la edad mediante la actividad física regular, aunque no se ha definido claramente la diferencia entre actividad física habitual y entrenamiento de resistencia aeróbica en la preservación de la función endotelial en las extremidades inferiores.

Los resultados de este estudio muestran que la FMD tanto en la SFA como en la PA fue significativamente menor en hombres mayores sedentarios en comparación con jóvenes sedentarios, confirmando el deterioro de la función vascular con el envejecimiento sedentario. Los hombres mayores físicamente activos no mostraron diferencias significativas con respecto al grupo mayor sedentario, lo que indica que niveles modestos de actividad física pueden no ser suficientes para contrarrestar completamente el deterioro vascular asociado a la edad en las piernas. Por el contrario, el grupo de hombres mayores entrenados en resistencia aeróbica exhibió valores significativamente más altos de FMD en ambas arterias, equiparándose incluso con los valores de los jóvenes sedentarios.

Un hallazgo clave es la relación positiva moderada-fuerte entre la FMD de ambas arterias (SFA y PA) y el consumo máximo de oxígeno (VO2max), pero no con el nivel general de actividad física medido por acelerometría o conteo de pasos. Esto implica que la capacidad aeróbica, más que la simple actividad física habitual, podría ser un factor crítico para la preservación de la función vascular con el envejecimiento.

En la discusión del artículo, los autores enfatizan la importancia de estos hallazgos para la elaboración de directrices de ejercicio en adultos mayores. Destacan que, aunque niveles modestos de actividad física son conocidos por reducir el riesgo cardiovascular general, parece que para prevenir eficazmente el deterioro vascular en las piernas es necesario un entrenamiento más específico y de mayor intensidad que aumente significativamente el VO2max.

Además, se discuten resultados aparentemente contradictorios en relación con la hiperemia reactiva y la tasa de cizallamiento (shear rate), que son indicadores tanto de la función macrovascular como microvascular. En la SFA, la hiperemia reactiva y la tasa de cizallamiento fueron menores en hombres mayores sedentarios, pero sorprendentemente también estuvieron reducidas en el grupo de resistencia aeróbica. Los autores sugieren que esto podría deberse a adaptaciones fisiológicas complejas relacionadas con una mayor tolerancia a la hipoxia provocada por décadas de entrenamiento intenso. Al normalizar la FMD por la tasa de cizallamiento en la SFA, el grupo entrenado mostró una respuesta significativamente mayor que todos los otros grupos, lo que sugiere que, aunque la hiperemia reactiva estuviera atenuada, la respuesta vascular real seguía siendo robusta.

En la arteria poplítea, no hubo diferencias consistentes entre grupos en hiperemia reactiva o tasa de cizallamiento, probablemente debido a la diferente área muscular involucrada en la prueba. Estos hallazgos sugieren que el efecto protector del entrenamiento de resistencia aeróbica podría depender del nivel de intensidad, volumen y duración del ejercicio realizado a lo largo de la vida.

Por último, los autores mencionan limitaciones como la ausencia de mujeres en el estudio, debido a dificultades de reclutamiento de atletas femeninas de alto nivel aeróbico, lo cual limita la generalización de estos resultados a mujeres mayores. Se señala la necesidad urgente de investigaciones similares que incluyan mujeres para evaluar posibles diferencias específicas de sexo en la función vascular relacionada con la edad.

En conclusión, este estudio establece claramente que el envejecimiento sedentario deteriora la función endotelial macrovascular en las piernas en hombres, y que este deterioro puede ser atenuado significativamente mediante el entrenamiento de resistencia aeróbica a largo plazo. Estos resultados indican que para proteger eficazmente la función vascular en adultos mayores, es necesario centrarse en intervenciones que incrementen significativamente la capacidad aeróbica, destacando así la importancia del ejercicio aeróbico intenso como estrategia clave para el envejecimiento vascular saludable.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/07/Leg-vascular-function-with-advancing-age-in-men.pdf

Referencia completa:

Wang E, Rossman MJ, Groot J, Garten R, Jarrett CL, Helgerud J, Hoff J, Richardson RS. Leg vascular function with advancing age in men: The impact of physical activity and endurance exercise training. J Appl Physiol (1985). 2025 Jul 10. doi: 10.1152/japplphysiol.00784.2024.

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