Ejercicio con restricción de flujo sanguíneo: estrategias para mejorar la adaptación muscular en atletas de resistencia aeróbica

El ejercicio con restricción de flujo sanguíneo (BFR) representa un enfoque para aumentar potencialmente la respuesta adaptativa al entrenamiento y mejorar el rendimiento en individuos entrenados en resistencia aeróbica. Cuando se combina con ejercicio de fuerza de baja carga, ejercicio aeróbico de intensidad baja y moderada y ejercicios interválicos de esprint, la BFR puede proporcionar un estímulo agudo aumentado para la angiogénesis y la biogénesis mitocondrial. Estas respuestas agudas aumentadas pueden traducirse en una mayor capilaridad y función mitocondrial, y una mejora del rendimiento en resistencia aeróbica, aunque esto puede depender de la naturaleza del estímulo del ejercicio. Es necesario aclarar si los atletas de resistencia aeróbica de alto rendimiento pueden utilizar las intervenciones de entrenamiento con BFR dentro de su programa de entrenamiento estructurado.

Recientemente se ha publicado un artículo (Ferguson y col, 2021; Exp Physiol 24-ene; doi: 10.1113/EP089280) que examina el ejercicio con restricción de flujo sanguíneo (BFR) como una estrategia para aumentar los factores estresantes inducidos por el ejercicio y las respuestas de señalización molecular posteriores para mejorar las características fisiológicas del atleta de resistencia. Se centra la atención en los procesos de crecimiento capilar y biogénesis mitocondrial.

Un objetivo clave del programa de entrenamiento de un atleta de resistencia aeróbica es optimizar los determinantes fisiológicos subyacentes del rendimiento. Las adaptaciones inducidas por el entrenamiento están por el estrés fisiológico y metabólico asociados que inician cascadas de señalización transcripcional y traslacional para aumentar la abundancia y / o función de las proteínas para mejorar la función fisiológica. Una consideración importante es que las adaptaciones al entrenamiento se reducen a medida que aumenta el estado del entrenamiento, lo que se refleja a nivel molecular como un debilitamiento de la respuesta de señalización aguda al ejercicio.

La evidencia reciente respalda que el ejercicio BFR presenta un estímulo de entrenamiento adicional al obtenido al realizar el entrenamiento convencional. Los autores sugieren el potencial de inducir adaptaciones fisiológicas mejoradas, incluidos aumentos en la capilaridad y la función mitocondrial, que pueden contribuir a mejorar el rendimiento del ejercicio de resistencia aeróbica. Sin embargo, existe una falta de consenso en cuanto a la potencia del entrenamiento con BFR que se debe invariablemente a los diferentes modos, intensidades y duraciones del ejercicio y los métodos de BFR.

En mi opinión hay evidencia científica suficiente como para recomendar el entrenamiento bajo restricción de flujo sanguíneo en atletas de elite que buscan rendimiento. Otro asunto está en la capacitación para realizar esta modalidad de entrenamiento de manera eficaz y segura, incluidos los protocolos de aplicación en cada modalidad deportiva y perfil de atleta. La herramienta está ahí, ahora solo falta sacarle provecho.

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