Comparado con el ejercicio aeróbico tradicional, se ha sugerido recientemente que el entrenamiento con intervalos de alta intensidad (HIIT) es un enfoque efectivo y factible para superar los impactos negativos del comportamiento sedentario (Wewege et al., 2017). Además, está surgiendo una forma actualizada de HIIT llamada entrenamiento en circuito de alta intensidad (HICT), que enfatiza movimientos funcionales y de múltiples articulaciones. El HICT comprende tanto elementos de entrenamiento aeróbico como de fuerza, lo que resulta en una mayor activación de los principales grupos musculares en comparación con el HIIT tradicional basado en correr o andar en bicicleta. En consecuencia, el HICT mejora la resistencia cardiovascular, la condición física muscular y la composición corporal en hombres y mujeres jóvenes (Lu et al., 2021; Murawska-Cialowicz et al., 2015). La investigación existente indica que el ejercicio como estrategia médica es importante para la aptitud cardiorrespiratoria, lo cual podría ser una medida rutinaria de salud cardiovascular. De manera similar, la fuerza muscular tiene un papel similar, es decir, también se relaciona con el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo. Considerando la fuerte relación entre la condición física y la salud cardiovascular, el HICT podría potencialmente mejorar la salud cardiovascular mediante la mejora de la condición física (Carbone et al., 2020; Kaminsky et al., 2019).
Además, las rutinas de ejercicio tradicionales pueden ser percibidas como monótonas, lo que puede llevar a tasas bajas de adherencia en adultos (Bartlett et al., 2011). Sin embargo, un estudio previo mostró que las mujeres jóvenes prefieren un programa de ejercicios estructurado (Othman et al., 2022). El HICT es un protocolo cuidadosamente diseñado que incorpora una variedad de ejercicios como saltos de tijera, escalones, sentadillas y burpees, y ha mostrado una fuerte adherencia al ejercicio y un mayor disfrute entre las mujeres (Abbasi et al., 2022). Aunque el HIIT tradicional puede tener efectos favorables en los niveles de lípidos y biomarcadores cardiovasculares específicos (da Silva et al., 2020; Ghodsi et al., 2016), el HICT puede tener un mayor impacto en la salud cardiovascular dada sus ventajas distintivas. Además, considerando que el HICT requiere menos espacio y no necesita equipo en comparación con el HIIT basado en correr o andar en bicicleta, tiene una mejor viabilidad. Pocos estudios han comparado los efectos del HICT y el HIIT tradicional en la composición corporal y la condición física. Sin embargo, se observaron ciertas limitaciones en estos estudios. Por ejemplo, sus muestras eran relativamente pequeñas (Blackwell et al., 2017; Evangelista et al., 2019; Lu et al., 2021) y/o implicaban intervenciones relativamente a corto plazo (Blackwell et al., 2017; Evangelista et al., 2019; Islam et al., 2019). Algunos estudios no incluyeron un grupo de control en blanco (Blackwell et al., 2017; Evangelista et al., 2019; Lu et al., 2021). Además, muy pocos estudios han comparado los efectos del HICT y el HIIT tradicional en los perfiles lipídicos o citocinas inflamatorias en una población sedentaria, joven y femenina. Es necesario llevar a cabo un estudio bien diseñado con una muestra más grande, duraciones de intervención más largas y un grupo de control para investigar y comparar los efectos del HICT y el HIIT tradicional en diferentes indicadores de salud.
Por lo tanto, el propósito del estudio actual fue investigar los efectos del HIIT tradicional y el HICT en los perfiles lipídicos y en determinadas adipocinas y citocinas en mujeres jóvenes sedentarias. Nuestra hipótesis es que tanto el HIIT como el HICT mejorarían los perfiles lipídicos, los niveles de citocinas inflamatorias, la composición corporal y la condición física, y que el HICT sería más efectivo que el HIIT.
Cuarenta y dos mujeres fueron asignadas aleatoriamente a grupos de HICT (entrenamiento basado en el peso corporal), HIIT (entrenamiento basado en ciclismo) o de control (n = 14 cada uno). Los participantes de HICT y HIIT completaron un programa de entrenamiento de 8 semanas con tres sesiones por semana. Se midieron los niveles de colesterol total (CT), triglicéridos, lipoproteína de alta y baja densidad, leptina, resistina, factor de necrosis tumoral-alfa (TNF-α), interleucina-8 e interferón-gamma antes y después de la intervención.
Después de la intervención, el CT y la leptina disminuyeron en el grupo de HICT. El grupo de HICT también mostró un aumento en la masa magra, la fuerza de los miembros superiores e inferiores, y el equilibrio, mientras que el grupo de HIIT mostró una mejora en la fuerza de los miembros inferiores. Además, el grupo de control mostró aumentos significativos en los niveles de triglicéridos, peso, índice de masa corporal y masa grasa.
En conclusión, una intervención de 8 semanas de HICT no solo fue efectiva para mejorar la salud cardiovascular al disminuir los niveles de colesterol total y leptina, sino también para aumentar la fuerza muscular y el equilibrio entre mujeres jóvenes y sedentarias. Aunque el HIIT basado en ciclismo también mejoró la fuerza muscular, se observaron cambios más favorables de la pre- a la post-intervención en el grupo de HICT, lo que sugiere que el HICT puede ser superior para mejorar la salud cardiovascular, la composición corporal y la condición física.
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Referencia compelta:
Zhang B, Zheng C, Hu M, Fang Y, Shi Y, Tse AC, Lo SK, Wong SH, Sun F. The effect of different high-intensity interval training protocols on cardiometabolic and inflammatory markers in sedentary young women: A randomized controlled trial. J Sports Sci. 2024 Jun 12:1-12. doi: 10.1080/02640414.2024.2363708.