La mitocondria del músculo esquelético y los capilares son fundamentales para la condición física aeróbica, y sus niveles suprimidos se asocian con enfermedades crónicas y relacionadas con la edad. Actualmente, las recomendaciones de entrenamiento basadas en la evidencia para mejorar estas características son limitadas. Es esencial explorar cómo factores como el nivel de condición física, la edad, el sexo y las enfermedades afectan las adaptaciones mitocondriales y capilares a diferentes estímulos de ejercicio.
El objetivo principal de este estudio fue comparar los efectos del entrenamiento de resistencia aeróbica (ET) de baja o moderada intensidad, del entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIT) o continuo, y del entrenamiento de intervalos de sprint (SIT) sobre los cambios en el contenido mitocondrial del músculo esquelético y la capilarización. Secundariamente, se investigaron los efectos sobre el consumo máximo de oxígeno (VO2max), el área de la sección transversal de las fibras musculares y la proporción de tipos de fibras. En total, se incluyeron datos de 5973 participantes en 353 y 131 artículos de investigación para el análisis cuantitativo de mitocondrias y capilares, respectivamente.
Después de ajustar por covariables relevantes, como la frecuencia de entrenamiento, el número de semanas de intervención y el nivel inicial de condición física, los aumentos porcentuales en el contenido mitocondrial en respuesta al entrenamiento fueron similares con ET (23 ± 5%), HIT (27 ± 5%) y SIT (27 ± 7%) (P > 0.138), y no se vieron influenciados por la edad, el sexo, la menopausia, la enfermedad o la cantidad de masa muscular involucrada. Frecuencias de entrenamiento más altas (6 > 4 > 2 sesiones/semana) se asociaron con mayores aumentos en el contenido mitocondrial. Por cada hora total de ejercicio, el SIT fue aproximadamente 2.3 veces más eficiente para aumentar el contenido mitocondrial que el HIT y aproximadamente 3.9 veces más eficiente que el ET, mientras que el HIT fue aproximadamente 1.7 veces más eficiente que el ET. Los capilares por fibra aumentaron de manera similar con ET (15 ± 3%), HIT (13 ± 4%) y SIT (10 ± 11%) (P = 0.556) después de los ajustes por el número de semanas de intervención y el nivel inicial de condición física. Los capilares por mm² solo aumentaron después del ET (13 ± 3%) y el HIT (7 ± 4%), con aumentos mayores después del ET en comparación con el HIT y el SIT (P < 0.05). Esta diferencia coincidió con aumentos en el área de la sección transversal de las fibras después del ET (6.5 ± 3.5%), HIT (8.9 ± 4.9%) y SIT (11.9 ± 15.1%). Las ganancias en capilarización ocurrieron principalmente en las primeras etapas del entrenamiento (< 4 semanas) y solo se observaron en participantes no entrenados o moderadamente entrenados. La proporción de fibras musculares de tipo I no se alteró con el entrenamiento (P > 0.116), pero el ET y el SIT mostraron efectos opuestos (P = 0.041). El VO2max aumentó de manera similar con ET, HIT y SIT, aunque el HIT mostró una tendencia a una mayor mejora en comparación con ET y SIT (P = 0.082), mientras que el SIT mostró el mayor aumento por hora de ejercicio. Frecuencias de entrenamiento más altas (6 > 4 > 2 sesiones/semana) se asociaron con mayores aumentos en el VO2max. Las mujeres mostraron mayores ganancias porcentuales en VO2max en comparación con los hombres (P = 0.008). En general, niveles iniciales de condición física más bajos se asociaron con mayores mejoras porcentuales en el contenido mitocondrial, la capilarización y el VO2max. El SIT fue particularmente efectivo para mejorar el contenido mitocondrial y el VO2max en las primeras etapas del entrenamiento, mientras que el ET y el HIT mostraron mejoras más lentas pero constantes a lo largo de un mayor número de semanas de entrenamiento.
En conclusión, la magnitud de los cambios en el contenido mitocondrial, la capilarización y el VO2max debido al entrenamiento está mayormente determinada por el nivel inicial de condición física, con mayores cambios observados en individuos con niveles iniciales más bajos. La capacidad para adaptarse al entrenamiento se mantiene durante toda la vida, independientemente del sexo y la presencia de enfermedades. Mientras que la carga de entrenamiento (volumen × intensidad) es un buen predictor de los cambios en el contenido mitocondrial y el VO2max, esta relación es menos clara para las adaptaciones capilares.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/10/Effects_of_Exercise_Training_on_Mitochondrial_and_-1.pdf
Referencia completa:
Mølmen KS, Almquist NW, Skattebo Ø. Effects of Exercise Training on Mitochondrial and Capillary Growth in Human Skeletal Muscle: A Systematic Review and Meta-Regression. Sports Med. 2024 Oct 10. doi: 10.1007/s40279-024-02120-2.