Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Wang y col, 2022; Int J Environ Res Public Health 5-jul; doi: 10.3390/ijerph19138212) cuyo objetivo fue analizar la eficacia de las intervenciones de ejercicio sobre la fuerza muscular, la masa muscular y el rendimiento físico en adultos mayores con sarcopenia.
23 estudios con 1252 participantes cumplieron los criterios de inclusión.
Los resultados revelaron que las intervenciones de ejercicio pueden mejorar significativamente la fuerza de agarre, la fuerza de extensión de la rodilla, la masa muscular de las extremidades inferiores, velocidad de la marcha, y movilidad funcional, entre adultos mayores con sarcopenia. No se encontraron efectos significativos del ejercicio sobre la masa muscular libre de grasa, la masa muscular apendicular, la masa muscular esquelética y la masa muscular de las extremidades superiores. Los resultados del análisis de subgrupos indicaron que tanto el entrenamiento de fuerza como el ejercicio multicomponente podrían aumentar significativamente la fuerza muscular, mientras que el ejercicio aeróbico no lo hizo.
Los hallazgos sugieren que la intervención con ejercicios puede mejorar efectivamente la función muscular y el rendimiento físico en adultos mayores con sarcopenia, pero tiene efectos limitados sobre la masa muscular de las extremidades superiores. Además, es muy recomendable aplicar el entrenamiento de fuerza en grupo y supervisado y el ejercicio multicomponente en la prevención y el tratamiento de la sarcopenia en la población de mayor edad.
La práctica totalidad de los estudios publicados indican que el ejercicio de fuerza mejora la función muscular y el rendimiento físico en personas de edad avanzada con sarcopenia. Sin embargo, desde un punto de vista práctico de transferencia a la sociedad, la aplicación de entrenamiento de fuerza de verdad no está muy extendido. En edades avanzadas está muy bien jugar a la petanca y caminar, sin duda, pero ello no es incompatible con entrenar fuerza. Como ya he manifestado en múltiples ocasiones se debe entrenar fuerza como prescripción médica para prevenir la sarcopenia, por lo que a partir de los 40 años debería mostrarse como “obligatorio”, si queremos llegar a edades avanzadas de la vida con una buena función muscular, es decir, con salud.
