La electroestimulación de cuerpo entero (WB-EMS) se ha propuesto como un medio alternativo al ejercicio, o como un complemento de este, vinculándolo a una serie de adaptaciones no siempre demostradas.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Kemmler y col, 2021; Front Physiol 26-feb; doi: 10.3389/fphys.2021.640657) cuyo objetivo fue determinar la eficacia de la WB-EMS sobre la composición corporal y parámetros de fuerza en personas no deportistas.
Selección de estudios. 16 investigaciones fueron incluidas en el análisis, con 897 participantes. Los estudios variaron considerablemente con respecto a la edad, el IMC y las condiciones físicas. Los protocolos de electroestimulación de los estudios fueron comparables, pero la frecuencia de entrenamiento (1-5 sesiones / semana) y la duración de la intervención (6-54 semanas) difirieron entre los estudios.
Los resultados mostraron que el promedio de DME fue 1,23 (95% -CI: 0,71-1,76) para la masa muscular, 0,98 (0,74-1,22) para la pierna de máximo cambio y 1,08 (0,78-1,39) para los cambios de fuerza máxima en la extensión del tronco (todos p <0,001). Sin embargo, la DME para los cambios en la grasa corporal (-0,40, [-0,98 a 0,17]) no alcanzaron significación estadística. Los resultados revelaron una heterogeneidad significativa en los cambios en la masa muscular y grasa entre los ensayos.
Los autores concluyeron que la electroestimulación de cuerpo entero se asocia a cambios significativos sobre la masa muscular y la fuerza, pero no sobre la grasa corporal
Bajo mi punto de vista la electroestimulación de cuerpo entero puede representar un método complementario al entrenamiento convencional, y ser seguramente de utilidad. No estoy tan seguro de su utilización como alternativa total al ejercicio, aunque es cierto que en personas que no hacen ejercicio y que no lo van a hacer, es mejor electro-estimular sus músculos que dejarlos en reposo permanente.
