Seemiller LR, Flores-Cuadra J, Griffith KR, Smith GC, Crowley NA. Alcohol and stress exposure across the lifespan are key risk factors for Alzheimer’s Disease and cognitive decline. Neurobiol Stress. 2024 Jan 4;29:100605. doi: 10.1016/j.ynstr.2024.100605.
La enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo constituyen una creciente amenaza para la salud pública mundial, afectando a millones de personas y sus familias. A pesar de los avances en la comprensión de estos trastornos, muchos aspectos relacionados con sus factores de riesgo siguen siendo un desafío. Uno de estos desafíos es determinar cómo la exposición al alcohol y el estrés a lo largo de la vida contribuyen a la neurodegeneración. Este artículo revisa la evidencia científica sobre el impacto del alcohol y el estrés en el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.
El Papel del Alcohol en el Riesgo de Deterioro Cognitivo
El consumo de alcohol tiene un impacto significativo en el cerebro y la cognición. Diversos estudios indican que, aunque un consumo moderado podría tener efectos protectores en ciertas circunstancias, el abuso del alcohol está claramente vinculado a un aumento en el riesgo de neurodegeneración. El alcohol afecta adversamente el cerebro mediante la alteración del equilibrio de neurotransmisores, la inducción de inflamación y el aumento del estrés oxidativo que puede dañar las células cerebrales.
Investigaciones han mostrado que el consumo excesivo y crónico de alcohol está asociado con una reducción en la masa cerebral, deterioro en las estructuras clave para la memoria y la cognición, y una disminución en la capacidad del cerebro para generar nuevas células neuronales. Estos efectos son preocupantes dado que facilitan el desarrollo de patologías características de la enfermedad de Alzheimer, como los depósitos de proteína beta-amiloide y los ovillos neurofibrilares.
Influencia del Estrés en la Salud Cognitiva
El estrés crónico es otro factor significativo que afecta la salud cognitiva. La exposición prolongada al estrés puede conducir a alteraciones en el sistema endocrino y en el balance de neurotransmisores, crucialmente en el eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA). Esto resulta en la liberación excesiva de cortisol, lo que a su vez puede atrofiar áreas del cerebro implicadas en la memoria y la regulación emocional, como el hipocampo.
Estudios epidemiológicos y experimentales han demostrado que individuos sometidos a altos niveles de estrés, especialmente aquellos relacionados con traumas o la gestión de enfermedades crónicas, muestran una progresión más rápida hacia el deterioro cognitivo comparado con aquellos con niveles de estrés más manejables. Esto subraya la importancia de estrategias efectivas de manejo del estrés como parte de un enfoque preventivo en la salud cognitiva.
Interacción Entre el Alcohol y el Estrés
La interacción entre el consumo de alcohol y la exposición al estrés revela efectos sinérgicos que pueden exacerbar los riesgos de deterioro cognitivo. El alcohol puede modificar la respuesta del cerebro al estrés, a menudo exacerbando los efectos del cortisol y otros factores de estrés en el cerebro. Además, el estrés puede influir en los patrones de consumo de alcohol, llevando a un ciclo de aumento del consumo y mayor estrés.
Investigaciones sugieren que las intervenciones que abordan simultáneamente el consumo de alcohol y el manejo del estrés pueden ser especialmente beneficiosas para reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Esto es crucial en poblaciones vulnerables donde ambos factores están frecuentemente presentes y entrelazados.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/06/Alcohol-and-stress-exposure-across-the-lifespan-are-key-risk-factors-for.pdf17