La p-sinefrina (p-synephrine) es un alcaloide natural presente principalmente en el extracto de Citrus aurantium (naranja amarga). En los últimos años, su uso se ha extendido tanto en la pérdida de peso como en el rendimiento deportivo, al considerarse una alternativa más segura a la efedrina, prohibida por sus efectos cardiovasculares adversos. Sin embargo, su eficacia y seguridad continúan siendo objeto de debate científico.
Este artículo revisa críticamente la evidencia actual sobre la p-sinefrina, analizando sus mecanismos de acción, su impacto en el metabolismo y la composición corporal, los posibles beneficios ergogénicos, así como la seguridad clínica en humanos.
Propiedades farmacológicas y mecanismos de acción
La p-sinefrina es un isómero de la m-sinefrina (o fenilefrina), aunque difiere notablemente en su actividad farmacológica. Mientras la m-sinefrina actúa como potente agonista de los receptores adrenérgicos α y β, la p-sinefrina tiene escasa afinidad por ellos. En cambio, ejerce su efecto principalmente a través de receptores adrenérgicos β3, que se expresan en el tejido adiposo y estimulan la lipólisis y la termogénesis sin causar taquicardia ni elevación significativa de la presión arterial.
A nivel metabólico, la activación de los receptores β3 incrementa la oxidación de lípidos y el gasto energético basal, favoreciendo la utilización de grasa como fuente de energía. Además, algunos estudios en humanos y animales sugieren que la p-sinefrina puede modular el metabolismo de la glucosa, aumentando la captación muscular y mejorando la tolerancia a la insulina.
Su vida media es relativamente corta (2–3 horas) y alcanza concentraciones plasmáticas máximas entre 60 y 90 minutos tras la ingesta oral. Estos aspectos determinan la necesidad de dosis repartidas o su administración previa al ejercicio para potenciar los efectos metabólicos.
Efectos sobre el peso corporal y la composición corporal
Estudios en humanos
Los resultados sobre el papel de la p-sinefrina en la pérdida de peso son heterogéneos. La mayoría de los ensayos clínicos han utilizado dosis de entre 20 y 50 mg/día, generalmente en combinación con extractos de cafeína, té verde o guaraná.
Los metaanálisis recientes muestran reducciones modestas del peso corporal (0,9–1,3 kg en 6–12 semanas), pero sin diferencias clínicamente significativas respecto a placebo cuando la p-sinefrina se administra de forma aislada. No obstante, se han observado mejoras en la oxidación de grasas y en la proporción grasa/magra cuando se combina con ejercicio físico.
Estudios metabólicos agudos
En estudios agudos con calorimetría indirecta, dosis únicas de 50 mg de p-sinefrina incrementaron la oxidación de grasas en reposo y durante ejercicio de intensidad moderada (40–60% VO₂máx). Estos efectos fueron más evidentes en individuos entrenados y en mujeres con sobrepeso. Se estima que la p-sinefrina puede aumentar entre un 10–15% la tasa de oxidación lipídica, sin alterar la frecuencia cardíaca ni la presión arterial.
Estos hallazgos apoyan su potencial como suplemento complementario para mejorar la utilización de grasa, aunque no necesariamente como agente de pérdida de peso por sí solo.
Efectos sobre el rendimiento deportivo
Capacidad aeróbica y oxidación de sustratos
Varios ensayos han evaluado la administración aguda de p-sinefrina (2–3 mg/kg) antes del ejercicio aeróbico. En la mayoría de los estudios, la p-sinefrina aumentó significativamente la oxidación de grasa y redujo el cociente respiratorio (RER), indicando un desplazamiento hacia un metabolismo más lipídico.
Por ejemplo, un estudio doble ciego con ciclistas entrenados mostró un aumento del 38% en la oxidación máxima de grasa y un desplazamiento de la intensidad correspondiente al Fatmax hacia valores más altos de carga. Esto sugiere una mejora en la eficiencia metabólica durante el ejercicio submáximo.
Sin embargo, los efectos sobre el rendimiento máximo son limitados. En pruebas de tiempo hasta el agotamiento o test de 10 km en corredores, no se observaron mejoras significativas en potencia, velocidad ni VO₂máx. Por tanto, la p-sinefrina parece beneficiar la economía del ejercicio más que la capacidad anaeróbica o la potencia máxima.
Entrenamiento de fuerza y rendimiento anaeróbico
La evidencia sobre su impacto en ejercicios de fuerza o alta intensidad es más escasa. Algunos estudios que combinaron p-sinefrina (100 mg) con cafeína (100 mg) reportaron mejoras modestas en la potencia pico y en la fatiga durante tests de Wingate, aunque es difícil atribuir estos efectos exclusivamente a la p-sinefrina.
En ejercicios de resistencia muscular (series al fallo en press de banca o sentadillas), los resultados son inconsistentes. Se ha sugerido que la p-sinefrina podría aumentar la motivación o la activación central mediante una ligera estimulación del sistema nervioso, pero sin el impacto ergogénico que tiene la cafeína.
Seguridad y efectos adversos
La seguridad de la p-sinefrina ha sido extensamente evaluada en humanos y animales. En dosis de hasta 100 mg/día durante 12 semanas no se han reportado efectos cardiovasculares relevantes ni alteraciones en parámetros hematológicos o hepáticos. La mayoría de los estudios coinciden en que no eleva significativamente la presión arterial ni la frecuencia cardíaca, en contraste con la efedrina o la sinefrina m.
Los efectos secundarios descritos (ansiedad leve, insomnio, cefalea o molestias gastrointestinales) suelen estar relacionados con combinaciones con cafeína u otros estimulantes. En personas con hipertensión no controlada o enfermedades cardiovasculares graves se recomienda precaución.
Estudios toxicológicos en animales han confirmado una alta seguridad, con un margen de seguridad estimado de más de 100 veces la dosis habitual en humanos. Además, la p-sinefrina no muestra potencial adictivo ni interferencias con el sistema dopaminérgico o serotoninérgico.
Comparación con otros estimulantes
La p-sinefrina comparte ciertas similitudes estructurales con compuestos como la efedrina o la fenilefrina, pero difiere en su afinidad por los receptores adrenérgicos. Esta diferencia explica su menor impacto cardiovascular y su perfil de seguridad favorable.
Mientras la efedrina estimula tanto los receptores β1 (cardíacos) como β2 (bronquiales y musculares), la p-sinefrina actúa predominantemente sobre β3, limitando sus efectos a nivel del tejido adiposo. En consecuencia, no produce el incremento en la presión arterial ni la taquicardia típicos de otros simpaticomiméticos.
Además, su capacidad para aumentar la oxidación lipídica la convierte en un agente metabólico más que en un estimulante clásico. No se han detectado interacciones negativas con fármacos comunes, y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) no la incluye en la lista de sustancias prohibidas.
Evidencia combinada con cafeína y otros compuestos
Una línea importante de investigación evalúa los efectos sinérgicos de la p-sinefrina combinada con cafeína. Ambas actúan sobre vías distintas: la p-sinefrina estimula la oxidación de grasas mediante β3-adrenérgicos, mientras la cafeína inhibe la fosfodiesterasa y aumenta la liberación de catecolaminas.
Los estudios muestran que esta combinación potencia el gasto energético y la lipólisis, especialmente durante el ejercicio, aunque también incrementa el riesgo de efectos secundarios leves. En reposo, el efecto termogénico combinado puede alcanzar un aumento del 7% en el metabolismo basal.
Algunos suplementos comerciales incluyen además extractos de té verde (EGCG), yohimbina o L-carnitina, lo que dificulta aislar el efecto específico de la p-sinefrina. Aun así, la combinación controlada con cafeína es considerada segura y eficaz para potenciar la utilización de grasa durante el entrenamiento.
Consideraciones prácticas y futuras líneas de investigación
Pese a la abundante literatura, aún existen lagunas importantes. Faltan estudios a largo plazo, con diseño controlado, que evalúen la eficacia aislada de la p-sinefrina en la reducción de peso y la composición corporal. Asimismo, se necesitan investigaciones en poblaciones clínicas (personas con obesidad, diabetes tipo 2 o sarcopenia) para determinar su aplicabilidad terapéutica.
En el ámbito deportivo, los estudios deberían enfocarse en establecer la dosis óptima, el momento ideal de administración y los posibles efectos diferenciales según el tipo de ejercicio. La combinación con entrenamiento de fuerza y protocolos de pérdida de grasa podría maximizar sus beneficios.
Por otra parte, se requiere mayor investigación sobre la variabilidad individual en la respuesta a la p-sinefrina, ya que factores genéticos y hormonales pueden modular su efecto. En mujeres posmenopáusicas, por ejemplo, se ha observado un aumento más pronunciado de la oxidación lipídica que en hombres jóvenes, lo que sugiere una influencia del entorno hormonal.
Conclusiones
La p-sinefrina es un compuesto seguro y bien tolerado que puede aumentar la oxidación de grasas y mejorar la eficiencia metabólica durante el ejercicio, sin los riesgos cardiovasculares asociados a otros estimulantes. Sus efectos sobre la pérdida de peso son modestos, pero puede ser útil como coadyuvante en programas de ejercicio y control nutricional.
En el ámbito deportivo, parece favorecer el metabolismo aeróbico y la utilización de lípidos, aunque no mejora directamente la potencia ni el rendimiento máximo. Su perfil farmacológico selectivo sobre los receptores β3 y su buena tolerabilidad respaldan su uso responsable en deportistas y población general.
El futuro de la investigación deberá centrarse en establecer dosis óptimas, efectos a largo plazo y su integración con otras estrategias ergogénicas y nutricionales.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/10/P-SYNEPHRINE.pdf
Referencia completa:
Kulawik M, Bajewska K, Kulawik A. p-Synephrine: an overview of physicochemical properties, toxicity, biological and pharmacological activity. EXCLI J. 2025 Mar 5;24:381-400. doi: 10.17179/excli2024-8088.



