
Xia W, Li X, Han R, Liu X. Microbial Champions: The Influence of Gut Microbiota on Athletic Performance via the Gut-Brain Axis. Open Access J Sports Med. 2024 Dec 13;15:209-228. doi: 10.2147/OAJSM.S485703.
El intestino humano alberga la comunidad microbiana más numerosa y diversa del organismo. Esta microbiota posee un enorme potencial metabólico: transforma nutrientes, produce vitaminas, regula la inmunidad y modula la inflamación. Su composición se ve influida por factores como la dieta, los fármacos, el estilo de vida y, de manera especialmente relevante para los deportistas, el ejercicio físico.
El artículo destaca que la práctica deportiva modifica la microbiota generando efectos beneficiosos sobre la diversidad bacteriana, el metabolismo energético y la salud general. En paralelo, la microbiota interactúa con el sistema nervioso y endocrino mediante el eje intestino-cerebro, afectando la motivación, el estrés, la fatiga y la capacidad de recuperación. Estos elementos posicionan al intestino como un actor clave en el rendimiento deportivo
Sin embargo, el ejercicio intenso o prolongado puede generar disbiosis, aumentando bacterias proinflamatorias y comprometiendo la barrera intestinal. Esto puede causar síntomas gastrointestinales, inflamación sistémica y retraso en la recuperación, especialmente en deportistas de resistencia sometidos a grandes cargas. Por ello, optimizar la salud intestinal resulta esencial para maximizar la adaptación al entrenamiento.
La microbiota de los atletas: un perfil distinto y más robusto
Los estudios comparativos muestran que los deportistas presentan una microbiota claramente distinta de la población sedentaria: mayor diversidad, más especies productoras de ácidos grasos de cadena corta (SCFAs) y menor abundancia de bacterias proinflamatorias. Estas diferencias se asocian con mejoras en metabolismo energético, fuerza, capacidad aeróbica y adaptación al entrenamiento.
Dentro del artículo se recogen numerosas investigaciones que comparan deportistas de élite, amateurs y personas sedentarias. Entre los hallazgos clave destacan:
- Atletas profesionales presentan mayor diversidad microbiana y mayor abundancia de Akkermansia, asociada a menor inflamación y mejor metabolismo energético
- Ciclistas profesionales muestran predominio de Prevotella y Methanobrevibacter smithii, especies vinculadas al uso eficiente de hidratos de carbono y lípidos.
- El nivel de rendimiento también modula la microbiota: deportistas de alto nivel poseen más bacterias beneficiosas (Parabacteroides, Phascolarctobacterium), mientras que niveles más bajos se asocian con géneros relacionados con inflamación o peor salud intestinal (Megasphaera)
- Cambios en la carga de entrenamiento producen modificaciones rápidas: por ejemplo, reducciones del volumen disminuyen Coprococcus y Faecalibacterium, bacterias productoras de butirato y relevantes para la recuperación y el metabolismo energético.
En conjunto, estos datos sugieren que la microbiota no solo es un reflejo del entrenamiento, sino también un modulador activo del rendimiento.
La microbiota como potenciador de la función muscular
El artículo enfatiza que la microbiota influye directamente en la masa y función muscular a través del “eje intestino-músculo”. En modelos animales, la ausencia de microbiota (ratones germ-free) produce atrofia muscular, menor expresión de factores anabólicos (IGF-1) y peor función mitocondrial.
Entre los mecanismos descritos:
- SCFAs como el butirato y propionato fomentan la biogénesis mitocondrial, la activación de AMPK y la expresión de PGC-1α, potenciando la capacidad oxidativa del músculo
- Especies como Lactobacillus curvatus modulan receptores de glucocorticoides y mejoran la utilización de glucosa.
- La microbiota participa en la síntesis de vitaminas B2, B9 y B12, claves para el metabolismo energético y la salud muscular.
Por tanto, el equilibrio microbiano favorece la fuerza, la resistencia y la recuperación post-ejercicio.
Nutrientes, microbiota y rendimiento: interacciones clave
Proteínas
Aunque la suplementación proteica es esencial para el deportista, el artículo advierte que un exceso puede reducir la producción de butirato, aumentar el estrés oxidativo y afectar negativamente la microbiota. Algunas bacterias beneficiosas disminuyen en dietas hiperproteicas, especialmente cuando la ingesta de fibra es baja.
Por otro lado, probióticos como Lactobacillus paracasei o Bacillus coagulans mejoran la digestión y absorción de aminoácidos, lo que sugiere que la combinación proteína + probióticos es una estrategia más segura y eficiente
Carbohidratos
Los hidratos de carbono siguen siendo esenciales para deportes de resistencia, pero su impacto sobre la microbiota depende del tipo y momento de ingesta. El artículo aborda tres enfoques actuales:
- Dietas altas en carbohidratos: útiles en esfuerzos intensos, pero los carbohidratos simples alteran la microbiota y reducen SCFAs.
- Periodización de carbohidratos: permite adaptaciones más eficaces sin saturar la vía glucolítica; también modula favorablemente la microbiota.
- Dietas cetogénicas (LCHF): aumentan la oxidación de grasas pero reducen el rendimiento en deportistas élite y disminuyen Faecalibacterium, una bacteria clave antiinflamatoria
Los SCFAs emergen como enlace clave entre microbiota y metabolismo energético, favoreciendo la resistencia, la utilización de lactato y la capacidad mitocondrial.
Grasas y omega-3
La ingesta de grasas debe adaptarse al deporte. Aunque las dietas altas en grasa pueden aumentar la oxidación lipídica, también pueden alterar negativamente la microbiota. Sin embargo, los ácidos grasos omega-3 muestran efectos opuestos:
- reducen inflamación,
- fortalecen la barrera intestinal,
- aumentan SCFAs,
- mejoran la recuperación muscular.
Curiosamente, los omega-3 también disminuyen Faecalibacterium pero aumentan otros géneros beneficiosos, sugiriendo una modulación equilibrada del ecosistema intestinal.
Vitaminas y función antioxidante
Varias vitaminas dependen parcialmente de la microbiota para su síntesis (B2, folato, B12). Su papel en el deporte incluye:
- reducción del estrés oxidativo,
- protección frente al daño muscular,
- regulación del metabolismo del calcio (vitamina D),
- mejora del transporte energético.
La microbiota no solo participa en su producción: también regula su disponibilidad y absorción, lo que refuerza la importancia de un ecosistema intestinal sano.
El eje intestino-cerebro: neurotransmisores y rendimiento
Una de las aportaciones más relevantes del artículo es el papel del eje intestino-cerebro como modulador del rendimiento físico y mental.
Algunos hallazgos clave:
- La microbiota produce neurotransmisores como GABA, serotonina y dopamina.
- Estos neurotransmisores modulan estrés, ansiedad, motivación y percepción del esfuerzo.
- El ejercicio intenso altera esta comunicación, pudiendo contribuir a la fatiga central.
- Cambios en la microbiota influyen en la activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA), determinante en la respuesta al estrés físico.
Incluso se describe un mecanismo novedoso: fragmentos de la pared bacteriana pueden activar directamente receptores neuronales (Nod2) en el hipotálamo, modulando apetito, temperatura corporal y comportamiento
Probioticos y sustancias con efecto prebiótico
El artículo recoge múltiples estudios donde probióticos mejoran rendimiento, fuerza, resistencia y recuperación. Destacan:
- Veillonella atypica convierte lactato en propionato y aumenta el rendimiento.
- Bifidobacterium longum y Lactobacillus salivarius mejoran fuerza y capacidad aeróbica en modelos animales.
- Lactobacillus plantarum reduce daño muscular e inflamación tras ejercicio intenso.
Además, sustancias con efecto prebiótico como los polisacáridos vegetales (ginseng, Lycium barbarum, Platycodon) mejoran la función muscular, reducen el estrés oxidativo y favorecen la regeneración.
Conclusión: hacia una nutrición personalizada basada en microbiota
La evidencia subraya que la microbiota es un actor central en el rendimiento deportivo. Dieta, entrenamiento y microbiota conforman un triángulo inseparable. Comprender esta relación permitirá:
- mejorar adaptación al entrenamiento,
- optimizar energía y recuperación,
- reducir inflamación,
- personalizar estrategias nutricionales,
- y disminuir el riesgo de disbiosis en entrenamientos intensos.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/11/Microbial-Champions-.pdf



