El artículo analiza los efectos de la pérdida de peso inducida por semaglutida en comparación con la restricción calórica, centrándose en cómo ambos métodos afectan la masa y la función del músculo esquelético. La semaglutida, un agonista del receptor GLP-1, ha supuesto un gran avance en el tratamiento de la obesidad, logrando pérdidas de peso mucho mayores que las obtenidas mediante cambios en el estilo de vida. Sin embargo, junto con la reducción de la grasa corporal, también se observa una pérdida significativa de masa magra, lo que genera preocupación por sus posibles consecuencias sobre la fuerza y la función muscular.
El músculo esquelético es fundamental no solo para la movilidad, sino también para la regulación metabólica y la protección frente a la fragilidad, la discapacidad y la mortalidad. Por ello, cualquier disminución de su calidad o rendimiento podría tener efectos negativos a largo plazo. La cuestión clave es determinar si la pérdida de masa magra asociada al uso de semaglutida es un efecto directo del fármaco o una consecuencia esperable de la pérdida de peso general.
En estudios experimentales se comparó el tratamiento con semaglutida con una intervención de restricción calórica equivalente, igualando la ingesta energética para aislar los efectos específicos del fármaco. Los resultados mostraron que, tras varias semanas, ambos grupos presentaban reducciones similares en grasa y masa magra, así como una disminución de alrededor del 38% en la fuerza de prensión. Además, no se observaron cambios en el tamaño de las fibras musculares del sóleo, lo que indica que la pérdida de fuerza no se debe a una atrofia evidente. Estos hallazgos sugieren que la disminución de la masa y la función muscular no es un efecto propio de la semaglutida, sino una consecuencia del déficit calórico que acompaña a la pérdida de peso.
Otro resultado relevante fue que, una vez interrumpido el tratamiento y recuperado el peso corporal, tanto la masa magra como la fuerza muscular también se recuperaron. Esto demuestra que la pérdida funcional es reversible, al menos en individuos jóvenes, incluso cuando la dieta vuelve a ser hipercalórica. La recuperación afectó tanto al músculo como a otros tejidos corporales, lo que indica que la pérdida de masa magra durante el tratamiento no se limita al músculo esquelético.
A pesar de estos hallazgos, existen limitaciones importantes. El estudio se realizó en sujetos jóvenes, y la capacidad de recuperación muscular puede ser mucho menor con la edad, aumentando el riesgo de sarcopenia en poblaciones mayores. Además, solo se analizó un tipo de músculo, el de predominio oxidativo, sin evaluar las fibras tipo II, más sensibles a la atrofia por restricción calórica. También se utilizó una sola medida funcional (la fuerza de prensión), que no refleja toda la complejidad del rendimiento muscular.
Otro aspecto pendiente es entender si la pérdida de fuerza debe considerarse negativa o una adaptación proporcional a la reducción del peso corporal. Además, la composición de la dieta podría modificar los efectos sobre la masa muscular, y aún no se sabe si estos cambios alteran la flexibilidad metabólica del músculo, es decir, su capacidad para cambiar entre grasas y carbohidratos como fuente de energía.
En conjunto, los resultados indican que la pérdida de masa y fuerza muscular observada con semaglutida se debe principalmente a la restricción energética y no a un efecto farmacológico específico. Estas alteraciones son reversibles tras recuperar el peso, pero es necesario seguir investigando su impacto en personas mayores y sobre la función metabólica del músculo.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/11/Semaglutide-versus-caloric-restriction.pdf
Referencia completa:
Shah H, Ayala JE. Semaglutide versus caloric restriction-induced weight loss: insights into effects on skeletal muscle mass and function. J Physiol. 2025 Oct 25. doi: 10.1113/JP290060.
		
								


