Durabilidad: el cuarto pilar oculto del rendimiento en resistencia

1.Introducción

La durabilidad ha emergido en los últimos años como un nuevo parámetro clave para comprender el rendimiento en deportes de resistencia. Tradicionalmente, se explicaba el rendimiento prolongado mediante tres pilares clásicos: el consumo máximo de oxígeno (VO₂max), la economía de movimiento y el porcentaje de VO₂max sostenible determinado por los umbrales fisiológicos. Sin embargo, la práctica deportiva real demuestra repetidamente que estas variables, medidas en reposo o en condiciones “frescas”, no se mantienen estables durante eventos de larga duración.

Durante esfuerzos prolongados, parámetros como VO₂max, la eficiencia, la economía de carrera o los umbrales ventilatorios y metabólicos tienden a deteriorarse. Este deterioro afecta la capacidad de producir potencia, sostener ritmos y responder a incrementos de intensidad. Además, la magnitud del declive es altamente individual, lo que añade complejidad a la interpretación del rendimiento.

En ese contexto surge el concepto de durabilidad, definida como la capacidad de mantener lo más estables posible los parámetros fisiológicos y el rendimiento durante o después de un ejercicio prolongado. Se propone como el “cuarto pilar” del rendimiento en resistencia, especialmente relevante en pruebas que superan los 60 minutos, como maratón, triatlón olímpico o ciclismo profesional.

El objetivo del artículo es revisar las metodologías actuales para evaluar la durabilidad, las limitaciones de cada una y las recomendaciones prácticas para investigadores y profesionales.

  1. Consideraciones metodológicas para evaluar la durabilidad

2.1. Estructura de la evaluación

Existen dos grandes formas de medir la durabilidad:

  1. a) Evaluaciones antes y después del ejercicio prolongado

Se puede realizar en dos días distintos o en una única sesión.

  • Protocolos de dos días: permiten aislar los efectos de cada prueba, evitando la fatiga acumulada que aparece cuando se incluyen tests máximos como incrementales o pruebas de 3 minutos all-out. Este diseño ofrece mayor precisión pero exige más recursos.
  • Protocolos de un día: consisten en evaluar al deportista justo antes y justo después de un esfuerzo prolongado. Funcionan bien para medir variables submáximas como el umbral ventilatorio 1 (VT1), la eficiencia o la economía, pero no son óptimos si se incluyen pruebas severas, porque el propio test máximo genera fatiga adicional que contamina el resultado.

Ambos enfoques pueden aportar información valiosa, pero la elección depende del tipo de variables analizadas y del contexto (laboratorio vs. campo).

  1. b) Evaluaciones durante el ejercicio prolongado

Una de las aproximaciones más utilizadas es analizar la desacoplación entre la carga interna (frecuencia cardíaca, ventilación, saturación muscular) y la carga externa (velocidad o potencia).

El concepto es simple: cuando la carga interna aumenta de forma desproporcionada respecto a la externa, se interpreta como una pérdida de eficiencia y, por tanto, un signo de deterioro fisiológico.

La desacoplación se ha asociado con rendimiento en maratón, ultradistancia y ciclismo. Aunque es una herramienta prometedora, aún existe incertidumbre sobre cuál marcador interno es más fiable (HR, VE, NIRS), y qué magnitud de desacoplación indica realmente una pérdida fisiológica significativa.

  1. Intensidad y duración del protocolo fatiguante

3.1. Intensidad

El artículo insiste en que la intensidad del ejercicio prolongado es uno de los factores que más condiciona la aparición del deterioro fisiológico.

  • Intensidades altas producen descensos más rápidos en economía, eficiencia, CP o VO₂peak.
  • Realizar trabajo por encima del critical power (CP) exacerba la fatiga metabólica y neuromuscular.

Por ello, se desaconseja prescribir intensidades en porcentaje de VO₂max, porque pueden situar a distintos atletas en dominios fisiológicos diferentes. Se recomienda utilizar los umbrales o el CP, que garantizan estímulos comparables entre deportistas.

3.2. Duración y volumen

La evidencia muestra que algunas variables solo descienden después de ciertos tiempos mínimos. Por ejemplo:

  • El CP tiende a disminuir después de 120 minutos.
  • El VT1 puede deteriorarse de manera no lineal.
  • La pérdida de rendimiento aparece antes en esfuerzos con más tiempo en dominio pesado o severo.

Aunque algunos estudios estandarizan el trabajo total acumulado (kJ o km), otros muestran que la fatiga depende más de en qué dominio se generó ese trabajo que del total. Para comparar deportistas de niveles distintos, la duración absoluta puede ser más útil que la distancia, ya que los más rápidos acumulan más trabajo en el mismo tiempo.

  1. Disponibilidad nutricional

La nutrición desempeña un papel crucial en la durabilidad. La evidencia destaca:

  • La baja disponibilidad de carbohidratos incrementa la fatiga y acelera el deterioro del CP.
  • Ingerir carbohidratos durante el ejercicio puede atenuar la caída del CP y del VT1.
  • Una mayor oxidación de grasas parece asociarse, en algunos contextos, con mayor durabilidad, aunque los resultados son inconsistentes.

El mensaje principal es que en investigación y práctica se debe estandarizar la ingesta de carbohidratos antes y durante el test, así como controlar el estado de hidratación.

  1. Influencia del entorno

El calor y la hipoxia deterioran el rendimiento en resistencia; sin embargo, su papel específico sobre la durabilidad aún no está bien estudiado.

En general:

  • Las condiciones extremas aumentan la carga interna y precipitan la fatiga.
  • Se recomienda replicar condiciones ambientales similares entre sesiones cuando se monitoriza la durabilidad.
  • Para predicciones de rendimiento, es ideal evaluar al atleta en condiciones que simulen la competición real.
  1. Medidas de campo versus laboratorio
Campo
  • Permite evaluar al atleta en situaciones reales.
  • Requiere menos recursos.
  • Facilita la monitorización continua mediante medidores de potencia, pulsómetros o análisis de desacoplación.

Limitaciones: control reducido de variables como temperatura, motivación, tácticas o terreno.

Laboratorio
  • Máximo control de intensidad, duración y factores ambientales.
  • Ideal para estudios mecanísticos y análisis detallados.
  • Permite reproducibilidad elevada.

Limitaciones: menor validez ecológica y mayor coste en tiempo y recursos.

Una estrategia híbrida que gana popularidad es hacer el ejercicio prolongado en campo y las pruebas fisiológicas en laboratorio, siempre estandarizando el tiempo entre ambas.

  1. Conclusiones

La durabilidad es un componente fundamental del rendimiento en deportes de resistencia y aporta información complementaria a los parámetros clásicos. Sin embargo, su evaluación aún carece de consenso metodológico. La diversidad de protocolos dificulta comparar estudios o aplicaciones prácticas.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/11/Durability-as-anindexofenduranceexerciseperformance.pdf

Referencia completa:

Hunter B, Maunder E, Jones AM, Gallo G, Muniz-Pumares D. Durability as an index of endurance exercise performance: Methodological considerations. Exp Physiol. 2025 Nov;110(11):1612-1624. doi: 10.1113/EP092120.

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