El magnesio (Mg) es un mineral esencial que cumple funciones imprescindibles en nuestro organismo. Así, participa en el metabolismo energético y permite una adecuada funcionalidad muscular. Los efectos de la suplementación de Mg en relación con la mejora del rendimiento han sido estudiados por numerosos investigadores, habiendo observado que la necesidad de aporte diario de magnesio aumenta conforme el nivel de actividad física también lo hace. Estudios realizados con animales han mostrado que quizás el aporte de Mg mejore el rendimiento aumentando la disponibilidad de glucosa en el cerebro, tejido muscular y sangre, reduciendo con ello el acúmulo de lactato muscular. Recientemente se ha publicado una interesante revisión sobre los efectos del magnesio en el rendimiento (Zhang y col, 2017; Nutrients 28-ago) que aborda un análisis de diferentes investigaciones relacionadas. La mayoría de los estudios en humanos se han centrado en efectos fisiológicos sobre la presión arterial, frecuencia cardiaca o VO2max, más que en rendimiento en sí. Algunas investigaciones han encontrado correlaciones entre el estatus de Mg y el rendimiento muscular relacionado con diferentes expresiones de fuerza. Otros, han observado como la suplementación con Mg mejoraba la fuerza en cuádriceps. Desde un punto de vista práctico algunos estudios han mostrado déficit en la ingesta de Mg de la dieta diaria en muchos deportistas, al tiempo que los estudios en humanos muestran que la suplementación con Mg (rangos: 122 mg/día a 8 mg/kg/día) puede mejorar el rendimiento de perfil aeróbico y glucolítico. Sin embargo, en la actualidad no existe suficiente cuerpo de conocimiento como para poder recomendar a la población deportista que busca rendimiento la suplementación sistemática con Mg.
En resumen, aun reconociendo el papel esencial del magnesio en funciones esenciales del organismo vinculadas a la función energética muscular, no se puede afirmar que la suplementación con Mg esté justificada para mejorar el rendimiento.
