(post destacado 2014) En los últimos años estamos asistiendo a una creciente instauración de factores de riesgo cardiometabólico en niños, algo impensable hace décadas, y que se relaciona esencialmente con un bajo nivel de actividad física y una alimentación inadecuada. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Boddy y col, 2014; Am J Hum Biol 6-mar) en el que los autores investigaron las relaciones entre distintos factores de riesgo coronario, con el fitness cardiorrespiratorio (CRF), tiempo de inactividad física (ST), e IMC, diferenciando entre grupos de niños que alcanzaban o no al menos 60 min al día de actividad física vigorosa (MVPA). Participaron 101 niños y niñas de entre 10 y 12 años de UK. Los resultados mostraron que los niños inactivos mostraron mayor riesgo metabólico y tiempo de inactividad, junto con menor CRF. Por otra parte, los niños con menor CRF exhibieron mayor riesgo cardiometabólico, IMC, tiempo inactivos y menor actividad vigorosa.
En relación a este tema me gusta decir: “dales tiempo, espacio y compañía, y los niños realizarán espontáneamente un entrenamiento de alta intensidad”. Por otra parte, en este asunto los padres tienen una responsabilidad importante, la más importante. Es fácil dejar a tu hijo con un ipad, pero lo adecuado sería que desde muy pequeños les enseñáramos (haciéndolo con ellos), que el ejercicio debe formar parte de nuestras rutinas diarias.