Probióticos: aún estamos abriendo las primeras páginas del libro

La definición de probióticos es “organismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden conferir beneficios para la salud del huésped”. Esta definición es de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se remonta a 2001. En realidad, sin embargo, el término probiótico se usa mucho más y hay muchos productos probióticos en ese mercado que no cumplen con los requisitos.

Las bacterias con propiedades probióticas declaradas se pueden encontrar en varios alimentos, como yogures o suplementos nutricionales que se venden en diversas formas (cápsulas, polvos, pastillas). Dentro de estos suplementos puede haber una o más cepas de bacterias. Las más comunes y más estudiadas son las especies de bacterias Lactobacillus y Bifido. En general, se acepta que es probable que estas bacterias brinden algunos beneficios para la salud, incluida la normalización de la microbiota alterada, la regulación del tránsito intestinal y la producción de ácidos grasos de cadena corta.

Sin embargo, también está claro (pero a menudo se ignora) que muchos efectos son específicos de la especie y, en algunos casos, incluso específicos de la cepa. También es obvio que la dosis importa. Si los estudios han demostrado un efecto con una determinada dosis, no significa que veremos un efecto similar con una dosis diferente. Una sola cepa puede tener múltiples beneficios, pero ninguna cepa tendrá todos los beneficios. Además, si combinamos cepas, pueden afectar la acción de cada una. Por lo tanto, las declaraciones deben ser muy específicas para la especie, la(s) cepa(s), las combinaciones de especies y cepas, así como las cantidades de ciertas especies o cepas. Incluso se ha demostrado que suplementos de distintos fabricantes, que según la etiqueta eran idénticos, tenían efectos muy diferentes sobre el microbioma. Para hacerlo aún más complejo, es posible que el mismo suplemento probiótico tenga diferentes efectos en personas con diferentes composiciones de microbiomas existentes.

También hay algunos problemas con la literatura científica donde los datos a veces son difíciles de interpretar debido a problemas metodológicos, incluidos los informes de viabilidad de los probióticos, las condiciones de almacenamiento, el tamaño de la muestra, las prácticas dietéticas, la demografía y los datos de seguridad. Por ejemplo, los estudios proporcionaron probióticos pero no verificaron si las bacterias estaban vivas.

La resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud mundial en la actualidad. También afecta a la seguridad alimentaria. Las bacterias contra las que necesitamos protección se están volviendo resistentes a los antibióticos y un número creciente de infecciones ya se están volviendo más difíciles de tratar. Las infecciones como la neumonía, la tuberculosis y la salmonella son más difíciles de tratar porque las bacterias responsables de estas infecciones se están volviendo resistentes a nuestros tratamientos con antibióticos.

Los investigadores han advertido que los suplementos probióticos podrían acelerar este proceso. Existe un importante cuerpo de evidencia que demuestra la resistencia a los antibióticos de las bacterias probióticas de los alimentos. Sabemos relativamente poco sobre los efectos de los suplementos probióticos, pero es probable que estos efectos sean mayores y más impactantes debido a las dosis mucho mayores de bacterias probióticas.

Se ha argumentado que los suplementos dietéticos que contienen concentraciones tan altas de probióticos representan una excelente condición para la propagación de lo que se denomina determinantes resistentes. El término determinantes resistentes es un término genérico que incluye genes resistentes y mutaciones que otorgan a las bacterias la capacidad de resistir los efectos de los fármacos. Muchos de estos determinantes resistentes se han atribuido a un evento de transferencia más que a una mutación. Se cree que estos eventos son más frecuentes en un entorno con grandes cantidades de probióticos muy cerca de patógenos en el intestino humano.

En conclusión, los probióticos y específicamente las bacterias del ácido láctico son generalmente seguros. Sin embargo, también debemos ser conscientes de la posible transferencia de genes de resistencia de los probióticos al microbioma intestinal y, finalmente, a los patógenos. Esto podría plantear ramificaciones clínicas muy graves para el futuro, incluida la resistencia a los antibióticos.

Se han observado algunos efectos positivos con el consumo de suplementos con probióticos, pero debemos ser conscientes de que también puede haber efectos negativos, y que algunos de estos efectos negativos podrían tener graves implicaciones a largo plazo. Lo que está claro es que una dieta equilibrada con muchos alimentos integrales es un modulador importante de la función gastrointestinal y la microbiota intestinal.

Jeukendrup A. https://www.mysportscience.com/post/probiotics-it-may-not-all-be-positive

Suscríbete ahora al Club EP&T, y llévate todas las formaciones por sólo 8€/mes, además de poder acceder a artículos especiales del blog