El entrenamiento de fuerza de músculos respiratorios atenúa la respuesta cardiovascular frente a un trabajo respiratorio intenso

Estudios anteriores indican que el entrenamiento de fuerza de los músculos inspiratorios (IMST) puede atenuar la respuesta de la presión arterial (PA) y la frecuencia cardíaca (FC) al trabajo sostenido de los músculos respiratorios. Sin embargo, estos estudios previos utilizaron una intervención IMST menos vigorosa y no hicieron que los sujetos midieran la percepción del esfuerzo respiratorio.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (DeLucía y col, 2022; FASEB J may; doi: 10.1096/fasebj.2022.36.S1.L8072) cuyo objetivo fue evaluar los efectos de 6 semanas de IMST de alta intensidad (75% de la presión inspiratoria máxima), bajo volumen (5 series de 6 respiraciones/día) en las respuestas de la PA y la FC a una prueba de respiración resistiva (RBT) hasta el agotamiento (presión objetivo = 65 % de la presión inspiratoria máxima o PImax; ciclo de trabajo = 0,7; frecuencia respiratoria igualada a eupnea).

Participaron 10 (7M; 3F) adultos jóvenes sanos para completar dos RBT, antes y después de 6 semanas de IMST. A lo largo del RBT, evaluamos los cambios latido a latido en la PA y la FC, la presión inspiratoria, el trabajo de los músculos respiratorios (mmHg/s) y registramos el esfuerzo percibido (RPE) de los participantes a través de la escala de Borg.

Los resultados mostraron mejoras significativas relacionadas con IMST en el tiempo de resistencia (PRE: 362.0 ±46.6s vs. POST: 663.8 ±110.3s, p=0.003) y trabajo de los músculos respiratorios (PRE: -9445 ±1562mmHg/ss vs. POST: -16648 ± 3761mmHg/s, p=0,069). Sorprendentemente, a pesar de las ganancias significativas en el trabajo y la resistencia, las últimas etapas del RBT posterior se caracterizaron por una capacidad de respuesta cardiovascular reducida (es decir, SBP, DBP y HR) y un RPE más bajo, consistente con una atenuación del metaborreflejo.

Los músculos inspiratorios, especialmente el diafragma, condicionan el rendimiento físico en un alto porcentaje de atletas que tienen en la resistencia aeróbica una parte importante de su rendimiento. El entrenamiento específico de los músculos inspiratorios ha mostrado en cientos de investigaciones, que las adaptaciones logradas superan en mucho las alcanzadas con el entrenamiento específico del deporte concreto. No hay dudas en el momento actual de incluir el entrenamiento de músculos inspiratorios en las rutinas de entrenamiento integral de la mayoría de los atletas. Lo que ocurre metabólicamente en el diagrama durante el ejercicio, puede condicionar en gran medida, desde la adecuación de las órdenes motoras desde centros nerviosos superiores, hasta la fuerza final alcanzada por los músculos locomotores implicados

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