Entrenamiento concurrente (fuerza + resistencia aeróbica) y síndrome metabólico?

El síndrome metabólico es frecuente entre la población de hábitos sedentarios, constituyendo en conjunto un factor de riesgo cardiovascular de primera magnitud.

Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Liang y col, 2021; Rev Cardiovasc Med 22-dic; doi: 10.31083/j.rcm2204156) cuyo objetivo fue examinar los efectos del ejercicio aeróbico, de fuerza y combinado sobre los parámetros del síndrome metabólico y los factores de riesgo cardiovascular, para identificar la forma más eficaz de mejorar el síndrome metabólico y prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Se identificaron 15 ensayos clínicos que comparan los efectos del ejercicio aeróbico, de fuerza y combinado sobre los parámetros del síndrome metabólico y los factores de riesgo cardiovascular (p. ej., glucosa, triglicéridos, presión arterial, índice de masa corporal, etc.).

Los resultados mostraron que el ejercicio combinado fue más efectivo para controlar los niveles de glucosa y triglicéridos totales (TG). Los grupos de ejercicio aeróbico, de fuerza y combinados lograron efectos significativos con respecto a la grasa corporal. El ejercicio aeróbico fue superior al ejercicio de fuerza en cuanto al índice de masa corporal (IMC). No hubo diferencia estadísticamente significativa en el peso, la circunferencia de la cintura (CC), los niveles de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (C-HDL), colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (C-LDL), colesterol total (CT), insulina, presión arterial sistólica (PAS) y presión arterial diastólica (PAD) entre los grupos de ejercicio. El ejercicio combinado fue el mejor esquema de ejercicio para mejorar los niveles de peso, CC, PAD, TG, TC, glucosa e insulina. El ejercicio de fuerza fue más efectivo para mejorar la grasa corporal, los niveles de LDL-C y la PAS. El ejercicio aeróbico fue la forma óptima de mejorar los niveles de IMC y HDL-C.

Los autores sugieren que el ejercicio combinado es la opción más eficaz para mejorar el síndrome metabólico y los parámetros de riesgo cardiovascular, mientras que el ejercicio aeróbico revela el efecto mínimo.

La combinación de ejercicio de resistencia aeróbica más entrenamiento de fuerza se muestra como la estrategia más eficaz para la mejora global de salud, así como para afectar positivamente la evolución clínica en muchas patologías. Como combinar estas dos modalidades de ejercicio dependerá de muchos factores, pero en mi opinión, siempre el entrenamiento de fuerza debería tener un mayor protagonismo. Por supuesto que hay que contemplar otras intervenciones decisivas, como la nutrición, pero en relación con el entrenamiento, la combinación de ejercicio aeróbico (preferiblemente interválico de alta intensidad) más fuerza (preferiblemente trabajo de potencia) se muestran como una combinación segura y eficaz.

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