La apnea obstructiva del sueño (OSA) es un trastorno común caracterizado por la interrupción repetitiva de la respiración durante el sueño debido a la obstrucción parcial o total de las vías respiratorias superiores. Una vía aérea obstructiva y la asfixia sucesiva sobrecargan crónicamente los músculos inspiratorios, lo que resulta en un aumento del esfuerzo inspiratorio.
Recientemente se ha publicado un metaanálisis (Ahmad Dar y col, 2022; Sleep Sci 15:480-489; doi: 10.5935/1984-0063.20220081) cuyo objetivo fue examinar los efectos del entrenamiento de los músculos inspiratorios (IMT) sobre la fuerza de los músculos inspiratorios [presión inspiratoria máxima (PImax)], la gravedad de la enfermedad [índice de apnea hipopnea (AHI)], la calidad del sueño [índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI) )], somnolencia diurna [escala de somnolencia de Epworth (ESS)], función pulmonar [volumen espiratorio forzado en 1 segundo (FEV1)] y capacidad de ejercicio [prueba de ejercicio cardiopulmonar, (CPET), prueba de caminata de 6 minutos, (6MWT)] en OSA de leve a grave. 7 artículos fueron seleccionados para la presente revisión.
Los resultados mostraron un cambio significativo en PImax, ES 1,73 (IC del 95 %: 0,54 a 2,92, p=0,004), PSQI -1,29 (IC del 95 %: -1,94 a -0,65, p<0,0001), ESS -1,08 (IC del 95 %: -1,79 a -0,37, p=0,003) y FEV1 0,74 (IC del 95%: 0,20 a 1,28, p=0,007).
El IMT puede considerarse una estrategia de tratamiento eficaz en la OSA de leve a grave, porque mejora la fuerza de los músculos inspiratorios, la calidad del sueño, la somnolencia diurna y la función pulmonar. Sin embargo, todavía hay escasez de evidencia sobre la repercusión del IMT en la función pulmonar y la capacidad de ejercicio y justifica más investigaciones de alta calidad para llegar a conclusiones definitivas.