La suplementación con antioxidantes se ha convertido en una práctica común entre los atletas para impulsar el rendimiento deportivo. Asimismo, la melatonina (MEL) se ha ingerido como ayuda ergogénica para mejorar el rendimiento físico. Hasta la fecha, ningún estudio ha comprobado si los múltiples efectos beneficiosos de MEL tienen un resultado durante un ejercicio de carrera máxima hasta el agotamiento.
Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Amine-Farjallah y col, 2022; Biol Sport 39:473; doi: 10.5114/biolsport.2022.106385) cuyo objetivo fue evaluar el efecto de la ingesta de MEL sobre el rendimiento físico y las respuestas bioquímicas (estrés oxidativo) durante el ejercicio exhaustivo.
En un estudio aleatorizado doble ciego, trece futbolistas profesionales [edad: 17,5 ± 0,8 años, masa corporal: 70,3 ± 3,9 kg, altura corporal: 1,80 ± 0,08 m; velocidad aeróbica máxima (VAM): 16,85 ± 0,63 km/h], miembros de un equipo de primera, realizaron un ejercicio de carrera hasta el agotamiento al 100% de VAM, después de la ingestión de MEL o placebo. Se evaluó el rendimiento físico y se obtuvieron muestras de sangre en reposo y después del ejercicio.
Los resultados mostraron que en comparación con el placebo, la ingesta de MEL previno el aumento de los marcadores de estrés oxidativo (es decir, malondialdehído), alivió la alteración del estado antioxidante (es decir, glutatión peroxidasa, ácido úrico y bilirrubina total) y disminuyó los biomarcadores de daño muscular posteriores al ejercicio (es decir, creatina quinasa y lactato deshidrogenasa) (p < 0,05). Sin embargo, el rendimiento físico no se vio afectado por la ingesta de MEL (p > 0,05).
Los autores concluyeron que la ingesta aguda de MEL antes de un ejercicio de carrera a máxima velocidad aeróbica hasta el agotamiento protegió a los atletas del estrés oxidativo y el daño celular, pero sin efecto sobre el rendimiento físico.
