Densidad mineral ósea y ciclismo

densidad_mineral_oseaLos ejercicios que se asocian al impacto o a la torsión son los más vinculados a la mineralización del hueso, y por tanto los más indicados a la hora de prevenir o tratar la osteoporosis. El ciclismo no se inscribe como una actividad deportiva favorecedora de la mineralización ósea, hecho que podría reflejarse en el perfil de sus practicantes. En este sentido, recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Mojock y col, 2015; Clin J Sport Med 10-feb) cuyo objetivo fue comparar la densidad mineral ósea en ciclistas aficionados y profesionales. Participaron ciclistas de 21 a 54 años que realizaban más de 3 h/semana de ejercicio sobre la bicicleta, y a los que se evaluó la densidad mineral ósea (BMD). Los resultados mostraron que los ciclistas profesionales tenían una menor BMD en las caderas. Además, los más entrenados manifestaron menor BMD (osteopenia) en la zona lumbar (L1-L4) respecto a los menos entrenados, que también manifestaron menor BMD. Este estudio sugiere que el ciclismo de carretera puede comprometer la BMD a futuro e incrementar indirectamente el riesgo de fractura. Los profesionales de la salud, así como los graduados/licenciados en ciencias de deporte, deberían considerar estos hallazgos cuando decidan prescribir ejercicio preventivo o curativo en relación a la osteopenia.

Así pues, deberemos estar muy atentos respecto a la densidad mineral ósea, especialmente en mujeres que basan su actividad deportiva en el ciclismo, incluido el “spinning”. Algo similar ocurre con la natación, donde muchos supuestos especialistas recomiendan nadar para prevenir o incluso tratar la osteoporosis, algo tan ineficaz como pasear por la playa.

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