La medida de la velocidad durante los entrenamientos de fuerza abrió ya hace unos años una manera de completar la comprensión de las adaptaciones asociadas al entrenamiento. Hoy en día, los entrenadores e incluso los usuarios disponen de herramientas de fácil utilización para valorar la velocidad de sus movimientos y desde ahí inferir otras características de la contracción muscular. Recientemente se ha publicado los resultados de un estudio (Muñoz-López y col, 2017; Int J Sports Physiol Perform 2: 1-22) cuyo objetivo fue analizar las relaciones entre la velocidad con la carga, fuerza y potencia en un ejercicio de dominadas, así como determinar que carga se asociaba a la máxima potencia. Participaron sujetos entrenados que realizaron 2 repeticiones con 4 cargas incrementales (rango: 70-100% 1RM) en un ejercicio de dominadas (pull-up) mientras se medían la velocidad media propulsiva (MPV), la fuerza (MPF) y la potencia (MPP) utilizando un transductor lineal. Se estudiaron las relaciones entre las variables, siendo los sujetos divididos en tres grupos dependiendo de los valores de 1RM. Los resultados mostraron unas relaciones casi perfectas entre carga-velocidad (R2=0,975), fuerza-velocidad (R2= 0,95) y potencia-velocidad (R2= 0,96), lo que permitió determinar la velocidad en cada % 1RM, así como los valores máximos teóricos de fuerza (F0), velocidad (V0) y potencia (Pmax) de cada sujeto. Se observaron diferencias significativas entre grupos pata F0, pero no para MPV en cada %1RM, V0 o Pmax. También se observaron altas correlaciones entre F0 y 1RM y V0 y Pmax. Finalmente se comprobó que la carga que maximizaba MPP fue al 71,0±6,6% 1RM. Los autores concluyen que las relaciones entre velocidad y carga, fuerza y potencia permiten estimar el valor 1RM mediante el análisis de la velocidad de movimiento en una dominada. Esta información puede ser de gran interés para entrenadores ya que les permitirá controlar mejor el entrenamiento de dominadas.
Hasta ahora, el control de cargas en el ejercicio de dominadas era complicado. Este estudio abre la puerta a un mejor control del entrenamiento en base a los objetivos marcados al poder estimar mediante la velocidad de movimiento el valor 1RM del ejercicio. Ello permitirá individualizar las sesiones de entrenamiento de manera más sencilla respecto a cómo se venía aplicando hasta ahora.
