La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome de diagnóstico generalmente tardío, especialmente entre personas que realizan ejercicio físico con regularidad. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Caselli y col, 2017; Am J Cardiol 1-mar) cuyo objetivo fue evaluar la prevalencia, determinantes y manejo clínico de la hipertensión arterial en atletas de competición. 2040 atletas (edad: 25±6 años; 64% hombres) fueron evaluados clínicamente, incluyendo analítica sanguínea, electrocardiograma, test de esfuerzo, ecocardiografía y evaluación oftalmológica. Sesenta y cinco atletas (3%) fueron diagnosticados de hipertensión arterial (87% hombres), incluyendo 5 con hipertensión arterial secundaria. Los atletas hipertensos manifestaron mayor hipertrofia ventricular, mostrando con más frecuencia un patrón concéntrico. La intervención terapéutica consistió en modificación de estilo de vida en 57, requiriendo tratamiento farmacológico adicional en 3 de ellos. Los hipertensos por causas secundarias fueron tratados de las mismas. Después de un seguimiento de 18±6 meses, todos los atletas mantenían un control óptimo de su presión arterial, sin restricción en la participación deportiva. Los autores concluyen señalando que la prevalencia de hipertensión arterial en atletas es baja (3%), estando con frecuencia relacionada con historia familiar. En la mayoría de los hipertensos atletas, la modificación del estilo de vida fue suficiente para controlar la hipertensión.
Un porcentaje relativamente elevado de deportistas aficionados mayores de 40 años manifiestan respuesta hipertensiva al ejercicio. En la mayoría de los casos, el hecho de realizar ejercicio y mantener una buena capacidad funcional cardiorrespiratoria y muscular hace que estas personas no acudan a realizar reconocimientos médico-deportivos con regularidad, algo que retrasa el diagnóstico y pone en peligro la salud. Es sorprendente como personas que realizan entrenamientos duros 2-3 veces a la semana no tengan la sensibilidad para comprobar que “todo está bien” mediante un reconocimiento médico reglado al menos una vez al año. Eso sí, el equipo deportivo (bicicleta incluida) sí que es cuidado al máximo para que no surjan averías inesperadas.
