Optimización del aumento de intensidad en pruebas de esfuerzo

test_pistaLas pruebas de esfuerzo constituyen un excelente acercamiento fisiológico para deportistas obteniendo datos muy valiosos de la potencia y capacidad aeróbicas de aplicación directa al entrenamiento deportivo. Por consenso la duración de una prueba de esfuerzo debe estar en un rango de 8-12 minutos, aunque hay propuestas interesantes de menor y mayor duración. Un aspecto metodológico que se plantea necesariamente el investigador es el incremento de intensidad en cada uno de los escalones de la prueba de esfuerzo, siendo ese elemento clave para llegar a realizar una prueba máxima desde el punto de vista fisiológico. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Peserico y col, 2015; Int J Sports Med 14-abri) donde se examinó la influencia de diferentes incrementos de velocidad durante una prueba de esfuerzo en tapiz rodante (treadmill) sobre la velocidad máxima alcanzada (Vpico) y su relación con el rendimiento en 1 h de carrera. Participaron corredores aficionados con velocidades medias en 10 k de 10-15 km/h realizando 3 protocolos de prueba de esfuerzo de manera aleatoria con 3 diferentes incrementos de velocidad por escalón de 3 min (0,5, 1,0 y 2,0 km/h) determinando en todos ellos la Vpico. Posteriormente realizaron 1 h de ejercicio a la máxima velocidad soportable en el tapiz rodante. La Vpico fue determinada por tres metodologías: 1) velocidad alcanzada en 1 min completo (Vpico-60s); 2) velocidad máxima mantenida un escalón (3 min) completo (Vpico-c); 3) velocidad máxima de un escalón de 3 min completo más el incremento proporcional del producto de la velocidad del siguiente escalón por la fracción de tiempo mantenida del escalón incompleto (Vpico-p). Los resultados mostraron que la Vpico estuvo influenciada por la tasa de incremento de velocidad en la prueba de esfuerzo, y que la Vpico-p para aumentos de 1 km/h por escalón presentó la máxima correlación (r=0,89) con la velocidad media de los 60 min. Los resultados sugieren que un protocolo con escalones de 3 min y aumentos de velocidad de 1 km/h permite alcanzar la velocidad máxima que mejor predice el rendimiento en corredores aficionados. Además, la metodología Vpico-p parece preferible para determinar la Vpico.

Las pruebas de esfuerzo (en su vertiente fisiológica) son utilizadas frecuentemente por entrenadores en las pistas de atletismo para valorar a sus corredores; así, la determinación de la velocidad aeróbica máxima es un ejemplo de variable de transferencia directa al entrenamiento. Los entrenadores deben aplicar protocolos contrastados científicamente para conseguir los resultados más fiables, no hacerlo así solo dificulta el propio proceso del entrenamiento y sus adaptaciones.

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