El entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes siempre ha estado envuelto en una esfera de discusión entre científicos, médicos y entrenadores. Ahora sabemos mucho más que hace décadas cuando el entrenamiento de fuerza en edades tempranas estaba contraindicado, pero en cualquier caso es un tema interesante de debate. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Winwood y Buckley, 2017; J Strength Cond Res 23-may) cuyo objetivo fue comparar los efectos de 7 semanas de entrenamiento de programas de fuerza con el propio peso y movilidad articular vs peso libre sobre la fuerza, la potencia muscular y rendimiento en esprint. Participaron chicos adolescentes de 14-15 años que fueron asignados aleatoriamente a uno de los siguientes dos grupos: entrenamiento con el propio peso corporal más movilidad articular (BMT) ó lo mismo que el anterior más entrenamiento de fuerza con peso libre (CBT). Un grupo de chicos de la misma edad sin entrenar participó como grupo control (CON). Los participantes entrenaron 2 sesiones/semana de entrenamiento de fuerza con autocarga más movilidad, mientras que el grupo CBT realizó 2 sesiones más a la semana de entrenamiento con peso libre. Antes y después del periodo de entrenamiento los adolescentes realizaron test de salto vertical y horizontal, test de esprint de 5 y 20 m, test de lanzamiento de balón medicinal de 2 kg y máximo número de fondos (press up). Los resultados mostraron mejoras significativas en el grupo CBT para el test de 20 m y la distancia en el salto horizontal. No hubo diferencias entre grupos en los cambios observados. Los resultados mostraron que los cambios medios observados con el entrenamiento en el tiempo de esprint, la distancia de salto horizontal y el número de fondos, favorecieron globalmente al entrenamiento con peso libre, frente a los grupos CON y BMT; mientras que el entrenamiento BMT favoreció los cambios en tiempo de esprint y distancia salto horizontal frente al grupo CON. Los autores sugieren que añadir entrenamiento con peso libre en adolescentes mejoran las adaptaciones fisiológicas.
La estructura ideal del entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes no está clarificada. A día de hoy casi nadie duda que el entrenamiento de fuerza en esas poblaciones no solo no está contraindicado, sino que debe formar parte de los programas de ejercicio aplicados en esta población. Lo que es importante es que los entrenadores conozcan bien la fisiología de los niños y adolescentes para así diseñar programas adecuados a esta edad. Aprovecho este comentario para recordaros que en unos días asistiremos a la conferencia del Prof. Granacher (uno de los mayores expertos mundiales) sobre este tema. Os animo a asistir al webinar el próximo 3 de julio https://goo.gl/GRkuKG
