Insuficiencia cardiaca y entrenamiento interválico de alta intensidad

interval_1-2.2(post destacado 2014) La realización de ejercicio ha mostrado ampliamente su eficacia en el tratamiento coadyuvante de muchas enfermedades, casi siempre incidiendo directamente en la fisiopatología de la enfermedad (diabetes tipo II, osteoporosis, etc), y otras sobre las consecuencias de la misma (EPOC, insuficiencia cardiaca, etc). Por otra parte, hasta hace relativamente poco tiempo, a los pacientes cardiacos se les recomendaba (cuando se hacía) la realización de ejercicio físico moderado, pero en los últimos años se ha mostrado que también el ejercicio de alta intensidad puede estar indicado. En este sentido, recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Huang y col, 2014; Eur J Appl Physiol 1-jun) en el que los autores aplicaron un protocolo de entrenamiento interválico de alta intensidad modificado en pacientes con insuficiencia cardiaca con reducida fracción de eyección. Los pacientes fueron divididos en dos grupos en función del entrenamiento aplicado: entrenamiento continuo a intensidad umbral ventilatorio 1 durante 4 semanas seguido de entrenamiento interválico (3 min al 40% y 80% VO2reserva) durante 8 semanas, ó actividad física recomendada no controlada. Los resultados mostraron que los pacientes del grupo de entrenamiento interválico aumentaron significativamente el gasto cardiaco, VO2pico, potencia asociada a VO2pico. También redujeron los valores de VE/VO2, frecuencia respiratoria, ventilación pulmonar. No hubo modificaciones hemodinámicas ni ventilatorias en el grupo de actividad física no controlada. Este estudio demuestra la eficacia del entrenamiento interválico, en esta ocasión con un periodo previo de adaptación con entrenamiento continuo, sobre la eficacia del corazón como bomba. Estos resultados apuntan a que el ejercicio también pueda afectar a la base fisiopatológica en patologías como la insuficiencia cardiaca mejorando el rendimiento cardiaco en estos pacientes.

Un aspecto importante de este estudio es que el entrenamiento comienza a estructurarse de manera similar al entrenamiento deportivo. Primero se genera una buena base aeróbica (umbral ventilatorio) y luego se aplica ejercicio de alta intensidad. El entrenamiento clínico de pacientes aún tiene mucho que desarrollar en cuanto a su planificación y estructura.

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