Hipertrofia y entrenamiento de fuerza de baja intensidad

press_de_banca_1No hay únicos caminos para alcanzar objetivos en fisiología, si bien hay caminos que no llevan a ninguna parte. Desde mi punto de vista, es más importante descartar los segundos que enrocarse defendiendo la idoneidad singular de los primeros. El entrenamiento de fuerza y sus adaptaciones es un claro ejemplo de cómo alcanzar objetivos empleando metodologías diferentes. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Schoenfeld y col, 2015; J Strength Cond Res 3-abr) en el que los autores compararon los efectos de entrenamientos de fuerza (RT) de baja y alta carga sobre adaptaciones musculares en sujetos entrenados. Los participantes experimentados en el entrenamiento de fuerza se emparejaron por la fuerza inicial, y entonces se asignaron aleatoriamente a uno de los siguientes grupos: entrenamiento con baja carga (LL), donde realizaron 25-35 repeticiones por serie de ejercicio, o entrenamiento con alta carga (HL) donde se realizaron 8-12 repeticiones por serie de ejercicio. Las rutinas consistieron en 3 series de 7 diferentes ejercicios con grandes grupos musculares, llevados a cabo 3 días/semana, durante 8 semanas. Los resultados mostraron que ambos protocolos produjeron similar hipertrofia de los músculos flexores del codo (5,5 HL vs 8,6% LL), extensores de codo (6% HL vs 5,2% LL) y cuádriceps (9,3% HL vs 9,5% LL), sin diferencias significativas entre grupos. La ganancia de fuerza squat fue mayor en HL (19,6% HL vs 8,8% LL), con tendencia no significativa a mayor fuerza en 1RM de press de banca (6,5% HL vs 2,0% LL). La fuerza resistencia (50% 1RM hasta el fallo) mejoró en mayor cuantía en LL (16,6% LL vs -1,2% HL). Los autores sugieren que las rutinas de entrenamiento HL y LL hasta el fallo, se asociaron a similares ganancias de masa muscular en hombres jóvenes bien entrenados, siendo el entrenamiento con alta carga (HL) más asociado a mejoras de la fuerza muscular.

Este y otros muchos estudios nos muestran claramente lo importante de la variedad de estímulos en los sistemas de entrenamiento, que constituye por otra parte uno de los principios generales del entrenamiento. Parece claro que el tejido muscular tiene capacidad de adaptarse a diferentes formas de estrés mecánico y humoral, lo que nos lleva a la primera oración de este post: “no hay únicos caminos para alcanzar objetivos en fisiología”

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