HIIT en pacientes diabéticos tipo 2

(post destacado 2017) El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ha mostrado su eficacia y seguridad en diferentes patologías. Aún no se ha establecido con suficiente evidencia como el HIIT afecta a los factores de riesgo asociados a la diabetes tipo 2 (TD2). Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Stoa y col, 2017; Eur J Appl Physiol 3-feb) cuyo objetivo fue investigar los efectos del HIIT sobre el VO2max, hemoglobina glicosilada tipo A1C (HbA1c), oxidación de las grasas (FatOx), pero corporal (BW), %grasa corporal (%BF), umbral láctico (LT), presión arterial (BP) y perfil lipídico (BLP) en personas con diabetes tipo 2. Los resultados fueron comparados con un entrenamiento de moderada intensidad. El entrenamiento duro 12 semanas. HIIT consistió en 4×4 min caminando o corriendo cuesta arriba al 85-95% de la frecuencia cardiaca máxima, mientras que MIT consistió en caminar de forma continua al 70-75% de FCmax. Los resultados mostraron un incremento del 21% en VO2max y una reducción de la HbA1c de 0,58% en el grupo que entrenó HIIT. BW y BMI se redujeron de forma significativa un 1,9%. Esas mejoras fueron significativamente diferentes en comparación al grupo MIT. El resto de factores de riesgo mejoraron con ambos protocolos sin diferencias significativas entre ellos. Al considerar a todo el grupo se observó una correlación significativa entre los cambios en VO2max y el cambio en HbA1c. Los autores concluyen que el HIIT es una modalidad de ejercicio efectivo para mejorar el fitness aeróbico y reducir los factores de riesgo asociados a la diabetes tipo 2.

El HIIT ha mostrado su eficacia y seguridad en relación a factores de riesgo cardiovascular y metabólicos, lo que le ha posicionado como una alternativa prioritaria al entrenamiento tradicional continuo relacionado con la salud. Hay que tener en cuenta que en clínica no se aplican verdaderos HIIT (desde un punto de vista formal), sino más bien entrenamientos intermitentes de intensidades relativamente altas. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, aunque el HIIT clínico diste una enormidad del HIIT deportivo en cuanto al estrés fisiológico que se induce al organismo, no deja de ser un entrenamiento de alta intensidad relativa, lo que exige el conocimiento de la seguridad en su aplicación en un paciente determinado. Es imprescindible por tanto la autorización médica antes de aplicar un HIIT en cualquier paciente.

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