Entrenamiento de fuerza con repeticiones al fallo en mujeres

El entrenamiento de fuerza tiene muchas variantes y ninguna puede ser considerada como “el patrón oro” de la eficacia, especialmente porque el entrenamiento de aplica a modelos muy distintos (personas) y ello condiciona enormemente las adaptaciones obtenidas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Martorelli y col, 2017; Eur J Transl Myol 27(2):6339) cuyo objetivo fue investigar los efectos de un entrenamiento de fuerza con repeticiones al fallo desarrollado durante 10 semanas, sobre adaptaciones neuromusculares en mujeres jóvenes. Las participantes fueron asignadas aleatoriamente a uno de los siguientes grupos: 1) repeticiones al fallo (RF; 3 series de repeticiones al fallo); 2) repeticiones sin alcanzar el fallo, con igual volumen (RNFV; 4 series de 7 repeticiones); y 3) repeticiones sin alcanzar el fallo (RNF; 3 series de 7 repeticiones). Todos los grupos entrenaron ejercicios de flexión de codo (bíceps curl bilateral), y entrenaron 2 sesiones/semana utilizando el 70% 1RM. Los resultados mostraron aumentos significativos de la fuerza después de 5 y 10 semanas de entrenamiento, sin diferencias entre grupos. Además, la resistencia muscular también se incrementó sin diferencias entre grupos. Sin embargo, el pico de momento de fuerza (PT) aumentó significativamente a 180°/s en RNFV (13,7%) y RNF (4,1%), mientras que no se observaron cambios en RF. El espesor muscular aumentó significativamente en los grupos RF y RNFV después de 5 y 10 semanas, mientras que no se observaron cambios en RNF. Los datos sugieren que entrenamientos de fuerza con repeticiones al fallo desarrollados a corto plazo no aportan ventajas adicionales en las mejoras neuromusculares obtenidas en mujeres jóvenes.

Como comentaba al inicio de este post no podemos pretender aplicar protocolos de entrenamiento universalmente eficaces para todas las características fisiológicas susceptibles de ser modificadas. Quien busca patrones fijos de entrenamiento, seguramente no se va a equivocar siempre que respete los principios fisiológicos de la respuesta-adaptación, pero lo que es seguro es que no estará optimizando el entrenamiento. Entrenar es un proceso muy complicado que requiere escrupulosa planificación y mucho tiempo dedicado. Está claro que lo podemos simplificar hasta el infinito ofreciendo “recetas eficaces” que cualquier ordenador puede diseñar, pero con ello perderemos gran parte del sentido fisiológico de “entrenar”.

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