El efecto compensatorio del ejercicio programado

Ejecutivo deporteTodos los que hacemos ejercicio, pero especialmente aquellos en los que el ejercicio se contempla más como una prescripción que como un hecho lúdico, tendemos una vez realizado el entrenamiento a disminuir las pequeñas acciones de actividad física que salpican nuestra vida diaria (ej. subir escaleras). Algunas investigaciones previas han mostrado que para muchas personas llega a establecerse un equilibrio compensatorio entre la energía gastada en el entrenamiento programado respecto al ahorro energético que supone evitar las ocasiones no programadas de realizar actividad física (ascensor, caminar, estar de pie, etc). En los últimos años existe una cierta preocupación por el excesivo tiempo que muchas personas permanecen sentados en sus puestos de trabajo, llegando incluso a proponer ese tiempo sentado como un factor de riesgo cardiovascular y metabólico. Por ello, algunas empresas (pocas la verdad) están optando por protocolos que permitan a los trabajadores sedentarios aumentar la actividad física en sus horas de trabajo, o al menos no permanecer tanto tiempo sentados. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Mansoubi t col, 2015; Med Sci Sports Exerc 22-oct) cuyo objetivo fue examinar si la introducción de un programa de ese tipo permitiría a los trabajadores reducir el tiempo sentados en la oficina, y si es ello podría asociarse con un efecto compensador fuera de su horario de trabajo, aumentando el tiempo de pie y disminuyendo la actividad física realizada. Los participantes realizaron un programa de 3 meses, siendo valorados antes y después del periodo de intervención. Los resultados mostraron que en comparación con la situación inicial el tiempo que permanecían sentados en el trabajo se redujo al tiempo que aumentó el tiempo de permanecer de pie o realizando alguna actividad física ligera. Sin embargo, se observó una reducción de la actividad física realizada fuera del horario del trabajo y un mayor tiempo sentados durante el resto del día. No se observaron diferencias en la intensidad de la actividad física realizada fuera del horario de trabajo después de la intervención.

Lo que este estudio muestra es el denominado “efecto compensatorio del ejercicio programado” que comentados al inicio de este post. Es importante considerar que en este tipo de intervenciones en empresas, igual que en las prescripciones de ejercicio en algunos pacientes (ej. obesos, hipertensos, etc.), en personas con sobrepeso, o simplemente en aquellas que buscan salud, la intervención debe ir más allá del periodo programado de ejercicio, con el fin de que estas personas no dejen de hacer la actividad física que realizaban antes de participar en los distintos programas de intervención.

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