Ejercicio en pacientes con CK crónicamente elevada

miopatiaLa elevación de la enzima creatínquinasa sérica (CK) es a menudo un signo de enfermedad muscular, aunque muchas personas tienen elevados niveles de CK de manera crónica sin un diagnóstico preciso. Por otra parte, la elevación de la CK post-ejercicio, especialmente si este es de muy larga duración y/o de alta intensidad (especialmente si conlleva un elevado componente excéntrico), puede considerarse fisiológica como resultado del estrés muscular asociado al ejercicio. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Cooper y col, 2016; Muscle Nerve 9-dic) cuyo objetivo fue mostrar diferentes respuestas fisiológicas en pacientes con elevación crónica de la CK. Los participantes (hombres y mujeres) realizaron un test incremental para valorar la capacidad aeróbica, respuesta cardiovascular y ventilatoria. Los niveles de lactato, amonio y CK fueron valorados en reposo, a los 4 min de ejercicio y a los 2 min de finalizar el mismo. Los resultados mostraron que el grupo de pacientes con CK elevadas y el grupo control mostraron similares respuestas cardiovasculares y de capacidad aeróbica al ejercicio incremental. Aquellos con niveles de CK ≥ 300 U/L mostraron niveles de lactato y amonio después del ejercicio, junto con un incremento mayor de la respuesta ventilatoria, mientras que aquellos con CK ≥ 200 U/L pero ≤ 300 U/L no mostraron esa respuesta. Los resultados sugieren la recomendación de utilizar la monitorización de los perfiles de amonio y lactato durante ejercicios incrementales hasta el agotamiento para ayudar a identificar pacientes a los que esté indicada la realización de biopsia muscular para descartar miopatías.

El área de las miopatías es muy variada y afecta de manera distinta a los pacientes en relación a la práctica de ejercicio físico. Evidentemente los casos más marcados muestran un perfil de respuesta al ejercicio muy característico que no genera dudas acerca de la existencia de una enfermedad, pero hay miopatías de “bajo perfil” que permiten a los pacientes realizar ejercicio incluso desconociendo la existencia de la misma. Por otra parte, estos pacientes pueden y en muchos casos deben realizar ejercicio físico, pero como siempre antes de recomendar o en su caso prescribir ejercicio se ha de conocer en profundidad la fisiopatología de la miopatía correspondiente.

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