Ejercicio por la tarde y calidad del sueño

ejercicio por la tarde(post destacado 2016) Aunque subyace la idea de que el ejercicio intenso realizado por la tarde puede afectar a la calidad del sueño, lo cierto es que la etiqueta de “ejercicio intenso” puede hacer referencia a una gran variedad de entrenamientos, por lo que no es fácil saber con certeza cuanto afecta esa modalidad de ejercicio a la calidad de sueño nocturno. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Arias y col, 2016; J Sports Med Phys Fitness 56: 597-605) cuyo objetivo fue investigar si la calidad de sueño nocturno era afectada por una actividad física fatigante (PA) realizada a primera o última hora de la tarde. Participaron 9 varones que realizaron sesiones de actividad física fatigante durante 3 días consecutivos (lunes a miércoles) durante 2 semanas. Una semana la PA se realizó a las 17:00 h y la otra a las 21 h. En una semana control, los sujetos no realizaron actividad física. Las sesiones de ejercicio PA consistieron en varias series de 20 m de carrera de alta intensidad. El sueño fue valorado por registros actigráficos obtenidos durante los 3 días de la semana, en las tres semanas de estudio. Se evaluó la percepción de calidad de sueño mediante encuesta de la Fundación del Sueño. También se registraron la frecuencia cardiaca y la temperatura corporal. Los resultados mostraron que en comparación con la semana control, las sesiones de ejercicio se asociaron a aumentos de la frecuencia cardiaca en cama, recuperando los valores después de la noche. No hubo diferencias significativas en la temperatura corporal entre condiciones. Los registros actigráficos no revelaron diferencias entre las noches en las que se hizo ejercicio respecto a las noches control. Sin embargo, la percepción de la calidad del sueño fue negativamente afectada por la realización de actividad física. Los autores concluyen que la actividad física fatigante realizada a primera o ultima hora de la tarde no tuvo impacto sobre la calidad del sueño, si bien subjetivamente los sujetos percibieron una menos calidad del mismo.

En este estudio se seleccionó una modalidad de ejercicio que no parece afectara a la calidad del sueño de los voluntarios. Sin embargo, en mi opinión estos resultados no pueden extrapolarse a cualquier modalidad de ejercicio. Y es que hay dos condiciones en las que la realización de ejercicio afectará a la calidad y cantidad de sueño: 1) ejercicios de intensidad submáxima pero muy prolongados en el tiempo (especialmente con componente excéntrico como la carrera); y 2) ejercicios de muy alta intensidad sostenidos durante un tiempo prolongado (intermitentes en mayor grado), y que se asocian a una importante activación simpático-adrenal. Esta activación simpática situada cerca de la hora del sueño, sin duda afectará a la calidad y cantidad de este.

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